Un Málaga irreconocible
El pasado mes de marzo el Real Zaragoza visitaba el estadio de La Rosaleda. El equipo aragonés se las prometía felices tras cosechar una trabajada victoria frente al Málaga. Poco después el mundo se paraba por la propagación del coronavirus y la historia viraba de forma radical. Poco queda de la alegría de aquellos días en el club blanquillo y poco, apenas nada, de aquel Málaga.
El conjunto andaluz fue uno de los que más se movió a lo largo del pasado mercado estival. En buena parte debido a las obligaciones económicas, que provocaron una profunda renovación en el vestuario malagueño. Hasta 23 jugadores abandonaron la disciplina del Málaga, entre ellos, ocho a causa de un ERE y cuatro tras finalizar su contrato.
Las salidas obligaron a renovar el equipo por completo. Para ello el conjunto andaluz realizó hasta 14 fichajes, de las cuales se cuentan 8 cesiones y 6 futbolistas en propiedad. Una lista en la que se incluyen algunos futbolistas que sonaron recientemente para el Real Zaragoza, como el delantero procedente del Mallorca Pablo Chavarría o el extremo que llegó libre tras finaliza su contrato, Jairo Samperio.
Una profunda transformación que puede verse resumida a través de la observación de los nombres que pueblan el equipo. De los 18 futbolistas convocados por Pellicer para el partido del pasado mes de marzo frente al Real Zaragoza, entre bajas, altas y lesiones, tan sólo dos repitieron el pasado fin de semana en el encuentro frente a la UD Las Palmas, los titulares, tanto entonces como ahora, Ismael y Juan Muñoz.