El Laboral Kutxa quiere asegurar ante el Real Madrid su puesto en fase final
El Laboral Kutxa recibe mañana al Real Madrid, flamante Campeón de la Euroliga, con la intención de lograr el triunfo que necesita para asegurar su puesto en las eliminatorias por el título.
El partido de la jornada 33 de la fase regular se disputa mañana debido a la presencia del Real Madrid el pasado fin de semana en la final de las Euroliga, que le coronó como Campeón de Europa después de 20 años.
En el Buesa Arena se encontrarán dos equipos en estado anímico contrapuesto. Los locales llegan con la moral tocada tras las últimas tres derrotas ante Fuenlabrada, UCAM Murcia y Movistar Estudiantes, lo que les impide tener el billete asegurado entre los ocho mejores a falta de dos jornadas.
El Real Madrid se presenta en Vitoria aún eufórico tras romper su maleficio de dos décadas sin ganar la máxima competición continental y se verá sobre la cancha la resaca y efectos que ha dejado en los de Pablo Laso el título y las celebraciones.
El Laboral Kutxa ha aprovechado estos diez días desde su último partido para llevar a cabo una concentración de tres jornadas en la cercana localidad alavesa de Argómaniz, que le ha servido para reactivar al grupo y aclarar la confusión de ideas.
Habrá que ver cómo ha sentado el largo parón a Fernando San Emeterio, que acusó ante Murcia y Estudiantes no estar aún recuperado de su rotura de fibras en el abdomen.
En la comparecencia previa al partido, el técnico local Ibon Navarro no ha querido desvelar si el Baskonia inscribirá a Adam Hanga y apurará el plazo hasta esta tarde para tomar la decisión.
El alero húngaro, cedido esta temporada al Avellino de Italia, ha regresado a Vitoria y ya lleva una semana entrenando junto al resto de compañeros y puede ser un buen alivio para un Causeur, saturado de minutos.
El partido será especial para el técnico del Real Madrid, el vitoriano Pablo Laso, que durante una década jugó en el Baskonia.
También Andrés Nocioni vivirá una noche de emociones con su regreso por vez primera al Buesa Arena para medirse al club en el que estuvo durante ocho temporadas y en los prolegómenos se llevará previsiblemente una atronadora ovación de la que fue su afición.