Un año de prisión para el hombre que grabó a un equipo femenino de fútbol en las duchas
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David Cogollor Sánchez, director deportivo del equipo de fútbol femenino AD Gigantes, ha sido condenado a un año de prisión y una indemnización de 300 euros para cada una de las once jugadoras a las que grabó desnudas con una cámara oculta en las duchas después de un partido disputado en Getafe hace tres años.
La sentencia se ha producido en el Juzgado de lo Penal número tres de Getafe, después de que se haya llegado a un acuerdo de conformidad entre las partes.
El acusado no entrará en prisión por no contar con antecedentes penales, pero deberá abonar una multa de tres euros diarios durante doce meses (unos 1.100 euros) y le ha sido impuesta además una orden de alejamiento a más de 500 metros respecto a las jugadoras denunciantes durante un periodo de dos años.
La abogada de la acusación, Carmen García Pérez, ha explicado a Efe que el acusado siempre ha reconocido los hechos, por lo que se ha llegado a una conformidad de un año de prisión, la orden de alejamiento y la prohibición de acercarse a las instalaciones del club, la Agrupación Deportiva Gigantes, en el distrito madrileño de Arganzuela.
La letrada ha añadido que si durante los dos próximos años cometiera otro delito, no pagara la multa por responsabilidad civil o incumpliera la orden de alejamiento, en esos casos sí entraría en prisión.
Por su parte, el abogado de la defensa, José Martín Herreros, ha detallado a Efe que no todas las jugadoras afectadas pedían condena y orden de alejamiento, ya que "sólo lo han solicitado once de las 16 implicadas".
"En un principio pedían una condena de dos años de prisión, 1.500 euros de indemnización por cada jugadora, y doce meses de multa a razón de doce euros diarios, por lo que estamos satisfechos con cómo ha quedado la resolución final", ha manifestado.
El letrado ha señalado que a su cliente le había sido realizado un embargo preventivo de 5.000 euros tras declararse la apertura del juicio oral "con lo que podrá cubrir las sanciones con ese dinero".
José Martín Herreros ha añadido que las jugadoras pedían una indemnización mayor en concepto de daños morales, "pero ninguna de ellas justifica esos daños acreditando un tratamiento psicológico".
Entre algunas de las jugadoras el malestar era palpable, ya que argumentan que muchas de ellas no han vuelto a jugar al fútbol desde ese día y las que lo han hecho "cada vez que entran a un vestuario buscan si hay una cámara por cada esquina".
"Eso también son daños morales. O que ahora no seamos capaces de juntar once jugadoras en cada partido y algunas tengan que ir aunque estén lesionadas. A raíz de aquello se rompió el equipo", ha criticado una de las afectadas.
Los hechos se remontan a abril del año 2012, cuando tras un partido disputado en el polideportivo Arcas del Agua de Getafe las jugadoras encontraron una cámara fotográfica, escondida en el falso techo de las duchas, que les estaba grabando.
Las jugadoras visionaron las imágenes de la cámara todavía en el vestuario y pudieron ver cómo al inicio de la grabación aparecía el acusado, David Cogollor, colocando la cámara.
En los partidos siguientes al club le costó juntar once jugadoras con las que presentarse, teniendo que recurrir a la convocatoria de chicas de las categorías inferiores.