El Sporting afronta su vuelta a Primera con tan solo dos incorporaciones

El Sporting afronta su vuelta a Primera división en clara inferioridad con los rivales de la categoría, debido a las fuertes restricciones para fichar que le ha impuesto la Liga de Fútbol Profesional por retraso en el pago de nóminas y fichas a sus jugadores, con dos fichajes Omar Mascarell y Tony Sanabria, que llegan en calidad de cedidos.

El equipo gijonés arrastra esta sanción ya de la pasada temporada en la que el entrenador, Abelardo Fernández, tuvo que echar mano de los futbolistas del filial para jugar en Segunda división en una campaña en la que el objetivo inicial era asegurarse la permanencia pero en la que de manera un tanto sorprendente acabó logrando el ascenso directo al acabar en segunda posición.
Aquel equipo es la base de la plantilla con la que el Sporting jugará en Primera, ya que hasta el momento sólo se han producido dos incorporaciones, la del centrocampista Omar Mascarell, cedido por el Real Madrid, que además ocupa una posición en la que Abelardo no había pedido refuerzos, y la del delantero Tony Sanabria, cedido por la Roma. Aunque a ellos se une la vuelta de Roberto Canella, que la pasada temporada jugó cedido en el Deportivo de La Coruña.
El técnico rojiblanco había solicitado en el inicio de la pretemporada la llegada de cinco jugadores: un lateral derecho, un central, un jugador de banda y dos delanteros pero a medida que fueron pasando los días Abelardo fue rebajando sus pretensiones hasta el punto de conformarse con un central y los dos delanteros, pero a falta de pocos días para el inicio de la Liga sólo han llegado Mascarell y Sanabria.
La plantilla sportinguista está un tanto descompensada porque sólo cuenta con un lateral derecho específico, hay demasiados hombres de centro del campo, no dispone de un extremo derecho puro y en la delantera sólo está Guerrero y el joven Carlos Castro, sin experiencia en Primera.
La llegada de Sanabria apuntala el ataque rojiblanco pero se trata de un jugador muy joven, 19 años, y aunque es internacional absoluto con Paraguay apenas tiene experiencia en competiciones importantes, si bien todo el mundo reconoce su gran calidad y le augura un gran futuro en el Sporting.
En el caso de Mascarell, el Real Madrid asume la totalidad de la ficha mientras que el Sporting pagará a Sanabria el salario mínimo de Primera, 129.000 euros, lo máximo que le permite la LFP, y el resto de la ficha del jugador lo asumirá la Roma que no ha dado al club gijonés la opción de compra al final de la temporada.
Además de las restricciones en los fichajes, el club estuvo sumido en la incertidumbre hasta finales de julio, ya que el Sporting tenía que ponerse al día con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social a los que debía 7,7 millones de euros, lo que hizo apenas 24 horas antes de que se cumpliera el plazo para ello.
Los gijoneses basaron su ascenso en una férrea defensa, fue el equipo menos goleado de la categoría y además solo perdió dos partidos en toda la temporada, ante el Betis en El Molinón y frente al Valladolid en Zorrilla, y está es la fórmula que Abelardo quiere repetir para pelear por la permanencia en Primera.
Si la defensa fue el punto fuerte del Sporting la temporada del ascenso, su falta de gol fue el aspecto negativo de ahí el interés de Abelardo por incorporar dos delanteros, lo que no parece que se vaya a hacer precisamente por las restricciones impuestas por la LFP, que tiene que dar el visto bueno a cualquier fichaje de los rojiblancos.
Todos los esfuerzos se centran en incorporar un delantero que tendría que llegar también vía cesión y las miras están en el Barcelona donde el entrenador Luis Enrique y Abelardo, además de haber sido compañeros en el Sporting y en la selección española, son grandes amigos pero aún así el técnico sportinguista sabe que la llegada de algún azulgrana se presenta muy complicada.
El ascenso supuso también un profundo cambio organizativo con el cese del director general, Alfredo García Amado, y del director deportivo, Raúl Lozano, sustituido este último por Nico Rodríguez mientras que el puesto de director general aún no ha sido cubierto y es el vicepresidente y hombre fuerte del consejo, Javier Fernández, el que está tomando todas las decisiones.
Desde hace meses se especuló con la posibilidad de una venta del club pero los supuestos interesados nunca llegaron a presentar una oferta firme y la posible marcha del actual propietario no parece ahora fácil porque el dinero que se mueve en Primera división va a aliviar de manera importante la delicada situación económica del club.