El COE homenajea a los olímpicos de 1968 y 1972, "la mejor generación"
El Comité Olímpico Español (COE) tributó este martes un homenaje a los deportistas que participaron en los Juegos de México'68 y Múnich'72, "la mejor generación del deporte español", según el expiragüista José Perurena, que recordó que, "con escasos medios", ellos fueron "los cimientos de los que surgieron los éxitos de Barcelona'92".El presidente del COE, Alejandro Blanco, entregó un diploma a una amplia representación de aquellos deportistas, entre ellos nombres históricos como los atletas Ignacio Sola, Mariano Haro o José Luis Sánchez Paraíso, los boxeadores Pepe Durán y Enrique Rodríguez Cal (bronce en Múnich'72) y la nadadora Mari Paz Corominas
Los baloncestistas Rafael Rullán y Gonzalo Sagi-Vela, el balonmanista José Perramón, los jugadores de hockey Leandro Negre (hoy presidente de la Federación Internacional) y Juan Amat, el jinete Luis Álvarez Cervera y los piragüistas José Perurena (también presidente de la Internacional y miembro del COI) y Herminio Menéndez recogieron asimismo en persona sus premios.
Para Alejandro Blanco, "los resultados que consiguen los deportistas españoles de ahora tienen mucho mérito" pero hay que subrayar "que no vienen por generación espontánea".
"Por entonces no salían muchas medallas, pero daba igual, porque los deportistas enseñaban principios y valores y cómo se podía luchar con pocos medios por un sueño", afirmó el presidente del COE.
Para José Perurena, que habló en nombre de los homenajeados, es un orgullo comprobar cómo muchos de aquellos olímpicos son ahora "importantes dirigentes deportivos o grandes entrenadores".
Herminio Ménendez, primer multimedallista de la historia del olimpismo español (plata en 1976, plata y bronce en 1980), vivió en Múnich la primera de sus cuatro participaciones en Juegos. "Eso nunca se olvida, sobre todo por las circunstancias especiales de los atentados", comentó en referencia a la masacre perpetrada por el grupo terrorista palestino Septiembre Negro contra la delegación israelí.
"Yo tenía 18 años, fue todo un acontecimiento. Viví muy directamente el atentado porque desde mi habitación veía la terraza donde estaban los terroristas. Fue muy dramático", recordó Menéndez.
Entonces, comentó a Efe, "el deporte se vivía de otra manera". "Cuando quedé (en 1975) campeón del mundo me regalaron un reloj. Es lo que recibí", cuenta como prueba.
Sin embargo, reconoce que las medallas olímpicas le cambiaron la vida, "que desde entonces siempre ha girado en torno al deporte".
También el boxeador Rodríguez Cal experimentó el efecto del podio olímpico: "La medalla me dio la vida. Gracias a ella empecé a ser conocido y obtuve un trabajo con el que pude mantener a mi familia".
En el acto de este martes también se recordó a los participantes en los Juegos de Invierno de Grenoble'68 y Sapporo'72. Lola, hermana de Francisco Fernández Ochoa, recogió el diploma del ya fallecido campeón olímpico.