Manu Serrao, la humildad y entrega del jugador más laureado del rugby español
Manu Serrano es un referente del deporte vallisoletano, aunque su fama ha traspasado las fronteras de su ciudad gracias a sus 28 años en el club El Salvador, con el que ha obtenido 21 títulos, lo que le convierte en el jugador más laureado del rugby nacional.Inés Morencia
Las claves de ese éxito han sido la entrega y la humildad, cualidades ambas de los rugbiers, porque el deporte del oval, lejos de lo que piensa mucha gente, es de los más recomendados para que los niños se acerquen al deporte y aprendan "respeto, compañerismo y unión".
De hecho, en una entrevista con la Agencia EFE Serrano advierte a los reticentes y a los que aún mantienen prejuicios respecto del rugby que sólo tienen que ir a los campos de Pepe Rojo para ver un entrenamiento con los pequeños y, después, cuando hayan visto lo que sucede, pueden acercarse y decir si les parece "un deporte de bestias".
En sus retinas sigue presente la última final de la Copa del Rey de rugby, cuya medalla de campeón recibió del rey Felipe VI, pero para Serrano ésta no es la más especial, ya que no pudo jugar por una lesión, sino que se queda con "el primer título que logró su amigo y entrenador, Juan Carlos Pérez", su primera Copa del Rey.
Eso sí, es consciente de que este partido, disputado en el José Zorrilla ante 46.000 espectadores, debe suponer "un punto de inflexión" en el rugby español, que "no debe dejarse pasar", porque "es algo que se puede hacer en más sitios" y que ha servido para que un deporte minoritario "llegue a mucha gente que no lo había visto".
Empresas, aficionados, federación e instituciones "no deberían ser ajenas a este logro" y, por ello, confía en que el rugby despegue para convertirse en un deporte por y para todos, en un ejemplo de saber estar y de respeto por los árbitros y por los rivales, que es necesario que sea exportado a otras actividades.
Su pasión por el rugby no tiene límites y por él ha sido capaz de sacrificar tiempo y diversión, pero su autoexigencia y nivel de competitividad le hace tratar de mantenerse en forma constantemente, incluso cuando tiene que pasar la noche fuera por su trabajo -es visitador médico-.
"A los 41 años tener una constancia a la hora de ejercitarse es importante si quiero estar a la altura de mis compañeros de 20, y por eso es una forma de vida", ha precisado Serrano, quien hubiera sido judoka o jugador de balonmano de no haber podido jugar al deporte del oval.
De hecho, llegó a cinturón azul de judo siendo muy pequeño y, en balonmano, jugaba de central y de lateral zurdo, una posición muy cotizada en ese deporte, pero jamás dejó el rugby, al contrario, le fue enganchando más y más, gracias a referentes como Julio Álvarez "Pirulo", un histórico del cuadro colegial que sigue jugando en el equipo de veteranos.
Además, su polivalencia le ha permitido ser un fijo en los esquemas tácticos del equipo, ya que puede jugar de pilier -1 y 3- y de talonador -2- y, "cuando alguien se siente querido y valorado, es imposible irse", ha reconocido Manu Serrano, quien cuenta en su haber con 36 internacionalidades.
De momento, no tiene intención de retirarse, mientras le sigan respetando las lesiones y se sienta bien y "querido" en el equipo, porque le gustaría poder sumar algún título más -este año disputarán la Supercopa y la Copa Ibérica y aspiran a jugar en Europa- con su equipo de toda la vida, al que se ha mantenido fiel a pesar de haber podido jugar en otro país.
Toda una vida en la que ha visto al club estar en la cima y caer de forma estrepitosa, con una deuda que llegó a superar los 600.000 euros y que hizo temer por su supervivencia, pero la actual directiva ha impuesto cordura y se ha ido reduciendo para devolver a la entidad a su lugar en el rugby nacional.
"De los errores se aprende y las cosas se están haciendo con equilibrio y coherencia", ha destacado Serrano, quien considera que "estando Juan Carlos Pérez al frente del equipo y Mar Álvarez en la preparación física, el equipo va a seguir dando alegrías", que espera seguir compartiendo como jugador y como pieza clave en el vestuario del "chami".
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