Dunga deja una vez más la Canarinha sin convencer
Carlos Caetano Bledorn Verri 'Dunga' dejó hoy, por segunda vez en su carrera como entrenador, el banquillo de la selección brasileña, al que volvió después de la eliminación en el Mundial de 2014, cuando Brasil cayó por 1-7 ante Alemania.Waldheim García Montoya
El capitán de la selección brasileña que ganó el Mundial de Estados Unidos 1994 reemplazó hace dos años a Luiz Felipe Scolari en una apuesta de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que hoy le ha destituido.
El nombre de Dunga nunca fue del agrado de la afición, ni de la prensa, con la que el entrenador tenía problemas desde su primer paso por la Canarinha, un ciclo que cerró en el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando se despidió del cargo también sin convencer y tras una frustrante eliminación ante Holanda en cuartos de final.
En esa primera etapa, Dunga cerró muchos entrenamientos y restringió el acceso de los periodistas a los jugadores, lo que le granjeó numerosas enemistades en la prensa, que luego cargó las tintas cuando los resultados no acompañaron, o cuando se resistió a presiones para convocar a algún jugador, como a Neymar en 2010.
En esa etapa inicial al frente de la selección, Dunga acumuló 37 victorias, once empates y seis derrotas, además de los títulos de la Copa América 2007 y la Copa Confederaciones de 2009.
Ahora, la eliminación en la Copa América Centenario el domingo ante Perú (1-0), más allá del polémico gol encajado, precipitó la salida de Dunga y de toda su comisión técnica.
Dunga, de 52 años, había regresado al banquillo de Brasil cuatro años después de salir por la puerta de atrás y en su nuevo periplo acumuló doce victorias, cinco empates y tres derrotas.
En la Copa América Centenario, Brasil empató 0-0 ante la selección de Ecuador, a la que le fue anulado un gol lícito en los minutos finales; vapuleó por 7-1 a Haití y perdió por la mínima ante Perú, una campaña no muy diferente a la de hace un año en la Copa América de Chile, cuando cayó en cuartos de final en la tanda de penaltis frente a Paraguay.
Tampoco en las eliminatorias sudamericanas del Mundial de 2018 Brasil ha estado a la altura. Actualmente es sexta, una posición que la tiene fuera de la zona de clasificación a Rusia.
Desde que dejó el banco de la Canarinha en 2010, el excentrocampista sólo dirigió al Internacional de Porto Alegre, con el que no completó la temporada de 2013 por malos resultados, y aún así fue el elegido para enderezar el rumbo de Brasil tras la decepcionante eliminación en el Mundial de 2014.
Jugó los mundiales de 1990, 1994 y 1998 con un estilo poco dúctil con el balón pero muy aplicado en defensa. Sumó 166 partidos con la selección, marcó once goles y se consolidó como líder.
Se asemeja a Scolari en los planteamientos tácticos y por dar prioridad a los resultados frente al juego vistoso.
La racanería del fútbol de Brasil le rindió sonoros abucheos por parte de la afición en varias ocasiones, principalmente a lo largo de las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica.
El fracaso en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, en los que obtuvo la medalla de bronce a pesar de haberse marcado como objetivo el oro, un metal que Brasil nunca ha ganado, le puso en la cuerda floja, pero fue ratificado en el cargo para Sudáfrica 2010.
Para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en agosto próximo, la CBF había designado a Dunga. Ahora tendrá que buscar con urgencia a su sustituto.