La UEFA se solidarizará con las víctimas de los bombardeos antes del partido
Dos niños, uno de Afganistán y otro de Siria, acompañarán a los capitanes de Real Madrid -Sergio Ramos- y Sevilla -Vicente Iborra- y portarán los trofeos de la Liga de Campeones y de la Liga Europa en la ceremonia de inauguración de la próxima final de la Supercopa, con la intención de mandar un mensaje de solidaridad con las víctimas de los bombardeos en todo el mundo.El partido, que se disputará en la ciudad noruega de Trondheim este martes, también servirá para que la Fundación de la UEFA para la Infancia, que está trabajando con Handicap International -asociación de ayuda humanitaria, que se ocupa de defender los derechos de los desfavorecidos y les ayuda a integrarse en la sociedad- apoye la campaña "¡No al bombardeo de civiles!", según informó la propia Fundación de la UEFA a través de un comunicado.
"Bombardear civiles no es un acto de guerra, ¡es un crimen! Debemos proteger de forma urgente a la población civil y obligar a los implicados en conflictos armados a respetar las reglas del derecho internacional", argumentó Manuel Patrouillard, Director General de Handicap International.
Por su parte, Leif Ivar Akselvoll, de la federación noruega, explicó que "transmitirán un mensaje de futuro" para sus "jóvenes". "Se pondrá de manifiesto que el fútbol es un vehículo de integración social".
En la final, el Real Madrid buscará su tercer título, mientras que el Sevilla tratará de imponerse en este trofeo por segunda vez. Además, ambos equipos ya disputaron esta misma final hace dos años, con victoria para los madrileños por dos goles a cero. EFE.