Costa: "Llegué a pensar que no podría competir; ahora ya no hay vuelta atrás"
El barcelonés Didac Costa, único español de los veintinueve competidores que tomarán la salida, el próximo 6 de noviembre en la octava edición de la Vendée Globe, ha revelado que "hasta hace un mes o dos no estaba claro" que pudiese competir en la prueba, pero ahora ha dado "el último paso hacia la salida y no hay vuelta atrás".Este bombero de profesión, de 35 años, dijo que después de poner el pasado día 8 el barco en el agua "ahora ya toca navegar e irse a Les Sables de Olonne para preparar la salida".
Cuando acabó su participación en la última edición de la Barcelona World Race, en abril de 2015, ya anunció su intención de competir en la Vendée Globe. "Pero hasta hace seis meses todo ha sido encontrar patrocinador, que no ha sido posible del todo", comentó.
"Poner el barco en el agua, los test que te piden de seguridad... todo lo hemos hecho por nuestra cuenta, sin saber si luego tendríamos patrocinador, con la confianza de que lo encontraríamos. Arrancamos la calificación en abril de este año y luego conseguimos la plaza para estar en la línea de salida", recordó.
Jordi Griso, mánager del equipo; Aleix Gelebert, director técnico; Aitor Ocerin, 'rigger' (responsable del mástil, jarcia y acastillaje), y el mecánico Trabal Peña han sido personas clave para el proyecto.
En una prueba en la que se barajan presupuestos de entre uno y tres millones de euros, el proyecto de Didac Costa es modesto pero en él ha invertido sus ahorros y los de sus amigos e incluso ha hipotecado su vivienda, pero esto no le ha desanimado.
La Fundación para la Navegación Oceánica de Barcelona (FNOB) le cedió el 'Kingfisher', el mismo barco en el que, con el nombre de 'One Planet One Ocean', él y Áleix Gelabert compitieron y acabaron cuartos en la última edición de la Barcelona Wolrd Race, vuelta al mundo a dos.
"Ya conoces el barco y no es tan difícil en cuanto a coste como sería empezar de cero. Tenía aprovechar la oportunidad, ver si conseguíamos el patrocinio y hacer realidad el proyecto", dijo.
"Me gustó mucho la experiencia de navegar a dos, pero navegar en solitario me gusta mucho también", indicó Costa.
De momento no puede dedicarse a ser navegante profesional y lo compatibiliza con su trabajo de bombero.
"Soy bombero de la Generalitat, en Cerdanyola, cerca de Barcelona. Mi idea era intentar dejarlo si conseguíamos un proyecto con más presupuesto, pero no ha sido así. Así que lo compatibilizo, porque es una ayuda. A ver si me ahora me ayudan con un permiso corto", bromea.
A partir de hoy mismo solo tiene un objetivo: "Navegar. Quitarme todo el peso de la preparación y los equilibrios que hemos tenido que hacer para llegar aquí. Pensar solo en las diez o quince cosas en que tienes que pensar cuando navegas, que no son las cien cosas que tienes que pensar ahora mismo".
También espera encontrar "las sensaciones del barco de la vuelta anterior a dos y disfrutar igual".
Desea "respetar al resto de participantes, que todo funcione bien, navegar bien, hacer bien la 'meteo' y ver cómo te encuentras en cada momento".
"La regata en sí es especial porque es en solitario, pero navegar solo es muy chulo, quizás me gusta más; es más completo. Lo ves inaccesible porque es muy difícil llegar hasta aquí. El hecho de ser el único español está bien si ayuda a descubrir más esta regata en nuestro país. Espero que así sea", apuntó.