Thiago Braz da Silva confiesa que le costó digerir el éxito en Río
El brasileño Thiago Braz da Silva, campeón olímpico de pértiga en los Juegos Olímpicos de Río en 2016, confesó que le costó digerir el éxito en ese torneo, pues afrentó problemas personales como un cáncer que le fue detectado a su mujer."Después de los Juegos de Río fue un poco complicado. La gente me reconocía por la calle (...) Y después tuve problemas personales. Detectaron un cáncer a mi mujer. Los exámenes nos llevaron tiempo, pero ahora va todo bien y nos hemos mudado a una casa en Formia (Italia)", contó el atleta en una entrevista publicada hoy por la revista de 'L'Equipe'.
Braz da Silva, de 23 años, reconoció que mantiene la ambición de ganar el título mundial en Londres 2017, porque no quiere quedarse como "el hombre de un solo campeonato", después de haber logrado en Río de Janeiro el récord olímpico con un salto de 6,03 metros.
El atleta, que se entrena en Formia bajo la dirección del ruso Vitaly Petrov -técnico que hizo grandes a la rusa Yelena Isibáyeva y al italiano Giuseppe Gibilisco-, recordó la final en salto de pértiga en la que ganó el oro, en la que el francés Renaud Lavillenie fue silbado en Río por el público brasileño cuando le colgaron la plata.
"No estuvo bien. No debió ser nada fácil para Renaud, pero es el estilo de Brasil. Así sucede en el fútbol. Se silba a los adversarios. En unos Juegos Olímpicos no debería ser así", lamentó Braz da Silva, quien logró superar grandes obstáculos en su vida, como el abandono de sus padres cuando tenía dos años.