Txikon cuenta con dos expertos nepalíes que quieren coronar el Everest
El montañero Alex Txikon, que pretende hacer cumbre en el Everest (8.848) en invierno y sin oxigeno artificial, ha contado este miércoles que los últimos seis días que ha pasado fuera del campo base han sido "durísimos", pero también ha anunciado que dos de los nepalíes, muy expertos, que le acompañan quieren subir a la cima, lo que no estaba previsto.Txikon, que ha dedicado la jornada de este miércoles a descansar en el campo base tras equipar en los pasados días la ruta hasta los 7.800 metros, ha escrito hoy en su "blog" un relato sobre las experiencias vividas en los últimos días.
En estos días Txikon, que pensaba ascender al Everest acompañado solo por el madrileño Carlos Rubio, ha visto cómo este joven escalador ha tenido que retirarse por un problema pulmonar leve que obligó a su evacuación en helicóptero.
Txikon ha desvelado que dos de los escaladores nepalíes, Norbu y Nori, que le han ayudado a equipar la ruta, le han dicho que quieren ascender también al Everest invernal, lo que beneficia claramente el objetivo del alpinista vizcaíno, ya que Norbu lo ha escalado siete veces en verano y Nori tres.
Del relato de la expedición, el alpinista ha destacado la labor de 10 personas para equipar en tan solo seis días la cascada del Khumbu, que separa el campo base del uno, "peligrosa, exigente y que requiere de muchísimo compromiso". Fue llevada a cabo por 8 escaladores nepalíes, dos de ellos "ice doctors" (sherpas especialistas en este glaciar), más Carlos y Alex.
Del CI en adelante se quedaron sin los dos "ice doctors". "Seguimos ascendiendo con mucho peso y viento". Una de las noches Carlos empezó a encontrarse peor y fue evacuado en helicóptero.
"Carlos, nos has dado mucho; tu motivación, ilusión y ganas de afrontar dice mucho de ti, pero como persona eres un tío grande, muy grande; te echamos de menos Carlitos", ha escrito hoy Txikon.
Del campo 3 hacia arriba solo quedaron tres escaladores: Norbu, Nuri y Txikon: "Salimos los tres del C3 con intención de equipar todo lo que se pueda. ¡Dios mío, que equivocación salir sin sol! Empezamos a escalar y apenas puedo mantener el calor en los dedos de las manos y de los pies. Nos la estamos jugando. El frío es muy intenso -entre 30 y 35 bajo cero- y el viento empieza a soplar".
"A Noru y Nori les encantaría hacerlo en invierno, por tanto apretamos los dientes y los tres a una. Vamos progresando y ganando metros. Los tres escalamos sin uso de oxigeno artificial. Sobrepasamos las bandas amarillas, estaremos muy, muy altos, a unos 7.800 metros quizás. Nos encontramos bien, contentos y muy felices de lo que estamos haciendo un equipo muy reducido, con muchas carencias para semejante empresa", ha narrado.
Finalmente, deciden dejar de equipar, antes de llegar a los 7.900 metros donde irá el futuro campo 4, y regresar al base, pero ahí volvieron las dificultades, ya que parte del equipamiento de la cascada de hielo se había perdido.
"De repente, la maldición: estamos solos, solitos, y la cascada se ha caído. Nadie dijo que iba a ser fácil, pero sí que el compromiso iba a ser muy alto y que nos tendríamos que sacar nosotros mismos las castañas del fuego; estamos con la ruta colapsada en un sitio peligroso, muy difícil". Al final consiguieron atravesar la cascada por unas salidas "peligrosas pero no kamikazes".
"Norbu antes de llegar al último rappel me dice: "Alex, ¿sabes qué? Creo que hace más de 20 o 30 años que ningún occidental ha hecho lo que estás haciendo tú". Lo pienso y creo que no será así pero le contesto que me gustaría subir allí arriba y bajar. Y al bajar todos, será cuándo hayamos hecho el Sagarmata (Everest). Y para ello hay que trabajar duro, muy duro".
"Le abrazo a él primero y después uno por uno al resto del equipo. Les agradezco su trabajo uno a uno, me emociono y les digo que creo que lo estamos haciendo bien. Eso creo", ha descrito Txikon, que descansará aún un poco más antes de emprender de nuevo la subida. EFE.