La Real, sin dirección deportiva tras perder en un año a Olabe y Loren
La Real Sociedad ha visto descabezada su estructura deportiva en sólo un año tras perder a Roberto Olabe en marzo de 2017 y a Lorenzo Juarros "Loren" ayer, tras la renuncia acordada con el Consejo, bajas que se suman a la destitución de Eusebio Sacristán.Olabe, que fue el fichaje de campanillas del club donostiarra en septiembre de 2016 y que estaba llamado a liderar este área, sólo estuvo seis meses y su salida nunca fue suficientemente aclarada por el club, lo que abrió la puerta a las especulaciones de sus relaciones con Loren, quien se ha mantenido como máximo responsable hasta ahora.
Olabe dejó por iniciativa propia la Real en marzo de 2017 y Loren quedó al frente de la estructura deportiva como hombre de confianza del presidente Jokin Aperribay, ya que el mandato del exdirector deportivo ha coincidido en el tiempo con la llegada al poder del empresario guipuzcoano en diciembre de 2008.
Una derrota en un partido de escasa trascendencia, el disputado el sábado ante el Getafe, ha tenido por tanto unas consecuencias imprevisibles, al finiquitar en unas horas nueve años de experiencia en el caso de Loren y al técnico más longevo del club en este siglo.
Loren, por su parte, deja el puesto con más luces que sombras, aunque su trabajo no ha tenido eco alguno en muchos sectores del club por los malos resultados de este temporada, un dato que no puede ocultar factores objetivos como la revalorización de la plantilla o las tres clasificaciones para competición europea en los cinco últimos años, además del ascenso a Primera División en 2010.
Bajo su mandato llegaron al primer equipo figuras como Antoine Griezmann (Atlético de Madrid), Carlos Vela (ahora en la MLS americana), Yuri Berchiche (Paris Saint Germain), Asier Illarramendi (traspasado y repescado del Real Madrid), Iñigo Martínez (Athletic) o el brasileño Willian José.
Responsabilidad suya fueron también las contrataciones de técnicos como Martín Lasarte, Philipe Montanier y el propio Eusebio Sacristán.