Panathinaikos de Atenas evita descenso a segunda división por deudas

Panathinaikos de Atenas, uno de los clubes históricos del fútbol griego, consiguió hoy evitar en el último momento el descenso a segunda división, tras haber pagado unas deudas de alrededor de 500.000 euros con su exjugador alemán Jens Wemmer.El defensa alemán firmó en mayo de 2015 un contrato de tres años con el club ateniense.
En julio de 2017, abandonó el club y presentó un recurso al tribunal deportivo de la Federación de Futbol Griega (EPO) para reclamar el pago de sus salarios atrasados.
El tribunal deportivo dio la razón a Wemmer y estableció unos plazos al club para liquidar sus deudas con el alemán.
Tras incumplir esta obligación en los primeros dos plazos impuestos se le retiraron seis puntos de la clasificación, tres por cada fecha en la que no pagaron.
Este lunes, vencía el tercer y último plazo para el pago a Wemmer y si Panathinaikos no cumplía EPO le quitaría otros tres puntos y, según las reglas del campeonato griego, el club sería automáticamente condenado al descenso.
Panathinaikos, que es el único club griego que disputó una final de la Liga de Campeones de Europa -en 1971, cuando perdió con 2-0 contra Ajax-, hace frente en los últimos años a graves problemas financieros que le han llevado al borde de la quiebra.
Además de sus deudas con Wemmer, Panathinaikos debe más de 80.000 euros a otro exjugador, Michael Essien, mientras sus jugadores actuales no han cobrado sus salarios desde diciembre de 2017.
No es la primera vez que el Panathinaikos evita el descenso en esta temporada, ya que la semana pasada la Superliga (la asociación de los clubes de primera división) cambió el reglamento, que hasta entonces condenaba al descenso a los clubes cuya situación económica no estuviera saneada.
Esta decisión necesitaba una mayoría del 75% de los clubes y fue posible gracias a la abstención de la votación del club de Corfú, Kérkyra, que desciende a segunda división y hubiera sido el beneficiario de la pérdida de categoría de Panathinaikos.
Tras esta decisión de la Superliga, los clubes que no cumplan con los requisitos financieros tendrán que comenzar la próxima temporada con seis puntos menos y se enfrentarán a restricciones drásticas en el fichaje de nuevos jugadores.