La fábula del Les Herbiers: la irreductible 'aldea' gala que desafía al PSG
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El fútbol está repleto de historias de superación, de ejemplos de que en este deporte no hay nada imposible y de que los sueños se pueden cumplir incluso para los que menos lo esperan por sus condiciones. Lo que le ha sucedido al Les Herbiers esta temporada no es más que una constatación de todo ello; un bello cuento de hadas que amenaza con tener un final aún más feliz de lo que se pudiera imaginar.
Situado en la región de la Vendée, nombre que acompaña al título oficial del club, este modesto equipo de la tercera división del fútbol francés que representa a una población de poco más de 15.000 habitantes, ha ido superando rondas en la siempre sorprendente Coupe de France hasta plantarse ni más ni menos que en la final de la competición, en la que se las verá este mismo martes en el Stade de France, con el todopoderoso Paris Saint Germain. El equipo parisino va a por su cuarto título de la temporada, con el que conquistaría todos los que ha disputado en Francia esta temporada.
Una semana histórica para Les Herbiers. Su equipo se juega la final de Copa este martes y eludir el descenso a la cuarta división francesa el viernes
Para llegar hasta la capital gala, este club del noroeste del país ha tenido que pasar siete rondas comenzando su andadura en el torneo allá por el mes de noviembre y compaginándolo con la competición liguera, en la que no le ha ido del todo bien. De hecho, la presente es una semana clave para el devenir del club, que disputará la final ante el PSG este martes (21:05 en Bein Sports) y se jugará la permanencia en la tercera categoría del fútbol francés el viernes, ya que se encuentra sólo dos puntos por encima de los puestos de descenso con una única jornada aún por disputarse en la que se enfrentará a un club con opciones de obtener el ascenso directo en la última jornada. Entre el estrés de la competición de la regularidad, el equipo del Stade Massabielle -con capacidad para 5.000 espectadores pero una afluencia media de unos 1.400 espectadores-, ha logrado dejar en la cuneta a equipos de gran tradición en el país como el Lens o el Auxerre disputando las dos últimas eliminatorias -ante el propio Lens y el modesto Chambly, con el que comparte división- en el Stade de la Beaujoire en Nantes, a unos 80 kilómetros de Les Herbiers, y con una asistencia de poco más de 20.000 espectadores en los cuartos y casi 35.000 en las semifinales -¡entre dos equipos de tercera división!-, lo que multiplica varias veces el número de espectadores que acuden cada fin de semana al coqueto estadio del club rojinegro.
La Copa de Francia es uno de los torneos más propensos a este tipo de sorpresas. En este torneo de hasta trece rondas -algunas se comienzan a disputar antes incluso que la final de la precedente edición-, participan todos los clubes de Francia que deseen inscribirse -ya sean amateurs o profesionales- a diferencia de la Coupe de La Ligue, en la que sólo lo hacen éstos últimos. Además, la competición está abierta a todos los equipos de terrenos galos de fuera de las fronteras del país como puede ser el caso de clubes de lugares como la Guayana francesa -situadas en Sudamérica-, las islas caribeñas de Guadalupe, Martinica, San Martín y San Bartolomé, San Pedro y Miquelón, las Islas Reunión y Mayotte -ambas en África- y, en Oceanía, los territorios de Nueva Caledonia, la Polinesia francesa y Wallis y Futuna. Es una competición por tanto que se disputa en hasta cuatro continentes. En la edición de 2018, 8.000 equipos comenzaron la temporada en el torneo y sólo Les Herbiers y el PSG permanecen vivos... hasta este martes.
El hecho de que las eliminatorias sean a partido único durante todo el torneo y que el equipo de menor categoría juegue siempre como local -en caso de coincidencia de división se realiza un sorteo- favorece la existencia cada año de "petit poucet" -o cenicientas como aquí se les conoce- que no son más que equipos de divisiones inferiores al profesionalismo, que alcanzan las rondas finales y logran dar más de un susto a las grandes instituciones del balompié galo. 8.000 equipos, hasta trece rondas, miles de kilómetros... una competición apasionante y propensa a los cuentos de hadas
Pero no por ello, la hazaña del Les Herbiers pierde trascendencia. De hecho, en los últimos cinco años sólo quince clubes amateur o semi profesionales han llegado a los octavos de final. Nos tenemos que remontar a la 2011/12 para encontrar la última edición en la que un club de la tercera categoría alcanzó una final. Fue el Quevilly, que cayó por 1-0 ante el Olympique de Lyon, pero que quién sabe si abrió las puertas de los sueños a un Les Herbiers que no había alcanzado en su historia su categoría actual hasta la temporada 2014/15. Y, ¿quién dijo que las competiciones con equipos modestos no interesan? Aquella final del año 2012 fue la más vista de la última década con siete millones de espectadores, el doble de los que vieron por televisión la de la pasada temporada según los datos publicados en The Guardian.
Con un presupuesto de algo menos de 2 millones de euros y un gasto mensual en sueldos de su plantilla de unos 2.500 euros, la diferencia económica con respecto a su rival -que con once es el club con más entorchados de este tipo en la historia- en la final es abrumadora ya que Al-Khelaifi ha invertido 850 millones de euros en la plantilla -según datos de L'Equipe- con un presupuesto de 540 millones y unos ingresos en el último año según Forbes de 520 millones de euros. Aun así, si algo nos ha enseñado este deporte es que no hay rival invencible y que los sueños están para cumplirlos. ¿Se imaginan al Les Herbiers jugando la próxima ronda previa de la Europa League? Sí, es más que posible.