ICL Manresa: vuelve un histórico a la ACB

El ICL Manresa ha sufrido hasta el último partido de la final pero ha conseguido el ascenso a la ACB y deja su paso por la LEB en un paréntesis de un año. Así los catalanes, han calcado la historia de su último pase por la categoría de plata, hace ya once años.Era la temporada 2006-07. Después de superar desilusiones y cambios, el equipo llegaba al 'playoff' en el mejor momento de la temporada y conseguía subir con un 3-0 contra el Huelva. Entonces el cambio de entrenador (Jaume Ponsarnau por Óscar Quintana) fue más prematuro que en esta temporada.
Esta vez el entrenador salvador ha sido Diego Ocampo, que llegó justo antes del inicio del play-off. El técnico recuperó la confianza del equipo y, sin grandes cambios, rehizo al conjunto para afrontar con solidez la fase decisiva.
En los últimos años, el equipo catalán se ha acostumbrado más que nunca a vivir en la cuerda floja. Más allá de las dificultades económicas de un club tan pequeño, su permanencia se ha decidido en momentos límite.
En 2013 y en 2014, la salvación llegó en los despachos, al no poder cumplir con los requisitos de la ACB alguno de los equipos ascendidos. En las dos temporadas posteriores, 2015 y 2016, la permanencia se consiguió por los pelos, en los últimos segundos del último partido. Así hasta que la temporada pasada, el milagro manresano no llegó y, después una década, el Manresa volvía a la LEB.
Esta temporada, la plantilla del Manresa ha combinado juventud con experiencia. Nombres con una larga trayectoria en el baloncesto nacional como Jordi Trias (uno de los MVP de la competición) y Nacho Martín han sido referentes.
Pese a su juventud, Gabriel Lundberg, Noah Allen y Jakis Gintvainis han podido mostrar su calidad. El base Lluís Costa ha trabajado para lograr consolidarse, Jordan Sakho ha acabado de hacerse mayor y los jóvenes de la casa como Guillem Jou han tenido minutos imprescindibles para crecer.
El modelo del club del Bages vuelve renovado pero sin perder la esencia. El ICL tendrá que seguir apostando por jugadores jóvenes, contar con veteranos que aún tienen mucho juego y dar oportunidades a las joyas de su cantera.
Con el ascenso, el Manresa regresa a la ACB con la ilusión de volver a jugar entre los mejores una vez superados unos años delicados.