Opinión | Life is strange, narrativa y espacio-tiempo
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
Life is strange es, con mucha probabilidad, el juego del mes. Nacido para ser un juego calificado como indie, gracias a la fusión del estudio DontNod y Square Enix, Life is strange ha ido haciendo ruido poco a poco. Su jugabilidad y, sobre todo, su historia han cautivado a cientos y miles de jugadores en todo el mundo, quienes han acompañado a Max en su particular periplo tanto en consolas como en PC.
El inicio de la historia de Max bien podría asemejarse al de una miniserie. Su estructura de guion es muy similar a la que podría haber tenido en televisión. Durante el episodio uno conocemos a los personajes que se irán formando parte de esta historia: Max, Chloe, Nathan, Victoria, Kate, Jefferson, David y Warren. A modo de episodio piloto, se nos explicaba cuál iba a ser el conflicto principal, cuáles los arcos argumentales secundarios y cuál era el detonante para dar comienzo a la historia. Además nos incluía una de sus mayores bazas: el magistral uso que hacen de los cliffhangers.
Pecando un poco de ser demasiado introuctorio, el episodio uno nos permitía acostumbrarnos a uno de sus mayores atractivos: el manejo del tiempo. Life is strange sin la posibilidad de elegir, modificar y volver tras tus pasos hubiera pasado de largo. El manejo de una historia tan confractual funciona realmente bien, aunque una de sus mayores críticas es que no haga lo que se haga, el final sigue siendo el mismo.Obviando el final del episodio dos y la aparición o no de Kate, a Life is strange le ha faltado el elemento básico de su guion: poder jugar con los mundos posibles de forma más abierta. Pese a esto, el juego utiliza muy bien el juego de diálogos y las decisiones te van contando una historia acorde a lo que ha elegido el jugador.
A parte de esa crítica, el juego es realmente novedoso. La protagonista, Max, en lugar de ser una heroína que lo sabe todo está casi tan perdida como el jugador. Una chica de dieciocho años, introvertida, tímida y reservada puesta en primera plana es toda una apuesta, un acto de fe en el proyecto. Y no es sólo por tener a una protagonista de poco carisma –todo ese carisma, de hecho, lo pone Chloe- sino porque Life is strange por poco no ve la luz por tener a una protagonista femenina.Este paso al frente, como el de tantos otros juegos actuales, abre una nueva etapa de diversidad en los personajes de los videojuegos, algo realmente loable para un estudio tan pequeño.
Con sus más y sus menos respecto al guion, y con una falta de riesgo en algunos temas –como por ejemplo la mitología-, el juego funciona y consigue hacer que el jugador conecte con la historia. En los episodios dos y tres vamos profundizando en la relación de Max y su entorno, en especial sus amigos, siendo Chloe el eje principal de sus actos.
En el cuarto episodio, desde mi punto de vista el mejor escrito y ejecutado, todo explotaba de una manera sorprendente, dejando una amplia variedad de situaciones de cara al final. El final, algo polémico para algunos, deja que sea el jugador el que decida cómo vivirlo, dándole la opción de redimir a personajes como Chloe o dejando a Max tomar decisiones en las que piense por ella misma y no por todo lo demás.
Su jugabilidad es muy accesible para aquellos que no estén muy familiarizados con este tipo de juegos. Ciertamente la dificultad es una de sus bazas pues el juego no reta al jugador con niveles más difíciles, sino más bien con decisiones más complejas a un nivel moral.
Al ser un título que se supedita a la narrativa más que a la espectacularidad, Life is Strange no es un juego hecho para gamers acostumbrados a los triple A. Aun con esas, esta historia tan extraña y tan intimista en algunos casos, se merece una oportunidad. Si te lo estabas pensando no lo hagas más y dedícale unas cuantas horas, ya que ahora, afortunadamente, no tendrás que esperar tanto tiempo entre un cliffhanger y otro.