China gana el Mundial… de la publicidad
La selección de fútbol de China quedó penúltima de su grupo en la fase de clasificación al Mundial de Rusia 2018, pero eso no ha hecho decrecer el interés de sus habitantes por este gran evento deportivo.
La Copa del Mundo de fútbol no arroja cifras tan curiosas como las de la Super Bowl porque es otro tipo de competición, con más días y mucho más global que la final de la NFL, sin embargo, es el mayor acontecimiento deportivo del mundo también a nivel publicitario.
Rusia 2018 genera un gran volumen de inversiones publicitarias. Según un informe de la agencia Zenith, el Mundial ha supuesto una inyección extra al mercado publicitario de 2.400 millones de dólares.
Es un clásico, ya no se entiende esta competición sin las típicas ofertas en todo tipo de productos. En España, después de que la selección ganase el Mundial en 2010, ha habido cierta moderación en cuanto a los premios que se ofrecen. Será por aquella campaña de MediaMarkt que prometía televisores gratis si La Roja se hacía con el título; por un momento parecía que iba a ser la ruina de la compañía, aunque gracias a la letra pequeña se libraron de tener que cumplir esa promesa. Esto sentó cátedra y hay más cuidado con lo que se promete pero, aun así, encontramos “ofertones” como un premio de hasta 1 millón de euros en torneos de poker inspirados en el Mundial o el sorteo de un coche en otra de esas clásicas ofertas de “si España gana el Mundial”.
Donde no han escatimado es en China, que es el país que ha hecho la mayor inversión publicitaria a propósito del Mundial. Se espera que el gigante asiático genere alrededor de 835 millones de dólares en el mercado publicitario, más del doble que el segundo país en la lista de inversores, que es Estados Unidos con 400 millones. El tercero es el anfitrión, Rusia, con 64 millones.
La inversión china en publicidad para el Mundial de Rusia supone un 35% del total de los patrocinios ligados a la competición de la FIFA y se ha convertido en un auténtico salvavidas para el máximo organismo rector del fútbol mundial. Y es que son varias las empresas chinas que han firmado acuerdos de patrocinio con la FIFA, lo cual nos ha dejado una Copa del Mundo algo diferente a lo que estábamos acostumbrados. La bebida oficial es un yogur y los trajes de caballero ya no llevan apellido italiano. DINKING, la marca de ropa china que es uno de los patrocinadores del Mundial, ha señalado a través de su portavoz, Lyu Qi, que esperan que su asociación con este acontecimiento deportivo les permita duplicar el volumen de facturación en sólo un año.
El Mundial de fútbol espera alcanzar una audiencia de 3.500 millones de personas, de las cuales el 55%, según datos de la compañía Nielsen, están dispuestas a comprar productos de los patrocinadores del Mundial.
China se presenta como aliado necesario para la FIFA, que está inmersa en una campaña para promover el fútbol a nivel mundial. La organización se ha propuesto que el 60% de la población global sea partícipe de este deporte para 2026, y eso pasa por hacerse con el mercado chino, que supone nada menos que 1.400 millones de posibles aficionados al fútbol.
Es evidente que la elección de la candidatura conjunta en la que se encuentran Canadá y Estados Unidos como próxima sede del Mundial forma parte de esa estrategia de expansión de la FIFA. No sería de extrañar que China fuera la próxima, de hecho sus autoridades ya han hablado de su intención de presentarse como candidatos para la edición del Mundial de 2030.