La Vuelta agita al paraíso más septentrional
Raúl Salgado
Mañón (A Coruña), 6 sep .- La Vuelta Ciclista a España ha recalado este jueves por primera vez en un punto emblemático en la geografía española, Estaca de Bares.
Situado en el municipio coruñés de Mañón, que marca el límite con la provincia de Lugo, es el lugar más septentrional de la península Ibérica y marca la barrera entre el Atlántico y el Cantábrico.
Uno de los grandes faros de la costa noroeste ejerce de referencia y ha albergado un final de la etapa número doce de la ronda que ha generado la atención de sus vecinos.
Habituados a la calma, el trasiego de organizadores y competidores no ha llegado a alterar la vida cotidiana en el puerto de O Barqueiro, a siete kilómetros de la torre y que hace las veces de capitalidad municipal.
Sin embargo, su alcalde, Alfonso Balseiro, declaraba a Efe en la oficina permanente del evento que se había "acostado a la una de la madrugada y levantado a las siete".
Con tres décadas a sus espaldas como regidor, supervisaba cada detalle en el colegio público de la localidad, de apenas 1.300 habitantes.
Mejillones, empanada y embutido han conformado el menú de campaña para los asistentes al centro educativo.
Vecinas de la villa han servido docenas de platos para disfrute de una comitiva que valoraba su trato en cada instante.
En balcones y ventanales, desde los que se divisa una estampa de película al unirse la desembocadura del río Sor con el cruce de provincias, los residentes aplaudían cada evolución de la mismísima caravana de apertura.
El reloj marcaba las 15.18 horas, el instante anunciado en las previsiones más optimistas, cuando un grupo de dieciocho primeros ciclistas asomaba al pie de la casa consistorial de Mañón.
El desembarco de la Vuelta ha motivado que la Xunta acelerase las obras de ampliación de la angosta vía que conduce al faro.
Su plazo inicial de ejecución era de nueve meses, pero se acortó sensiblemente y concluyeron las labores en la última semana.
Balseiro ha apuntado este jueves que la actuación "ha sido muy importante, tiene que estar todo con tiempo".
A escasos metros de la meta, el Porto de Bares y la Vila de Bares se llenan de vecinos y visitantes, algunos de países lejanos.
Mientras el reparto de productos publicitarios, de gorras a camisetas, se sucede entre la afición, el pelotón imprime mayor velocidad y deja atrás las estimaciones de escala en la Estaca.
No han faltado autoridades de todos los colores a un acontecimiento histórico y que el propio alcalde cree que no "se va a repetir en un siglo".
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado entre ellas, aunque también se ha visto a conselleiros o regidores del área de Ferrol, a la que pertenece Mañón.
La hostelería del coqueto puerto de O Barqueiro, mientras tanto, ha servido más comidas de las habituales en un inicio de septiembre.
Consagrados a un turismo alejado de las aglomeraciones, los residentes de cada día han incidido en mostrar su mejor cara.
Banderas con mensajes de agradecimiento del Ayuntamiento se han repartido por las carreteras aledañas, pero lo reducido de las márgenes del vial por el que acceder a meta, de poca extensión hasta llegar a una zona de acantilados entre las de mayor altura de toda Europa, impide una fotografía de masiva asistencia.
Las pantallas instaladas allí, eso sí, confirman que se venderá al mundo una postal de ensueño, propia del paraíso.
