El cántabro Nacho Postigo lleva al 'My Song' a un récord estratosférico
La victoria del Baltic 130 italiano 'Muy Song' en la Regata Transatlántica RORC 2018, con un nuevo récord de la prueba, tuvo en el navegante del barco, el cántabro Nacho Postigo, como gran protagonista de la gesta con una navegación magistral.
Nacido en Renedo y residente en Palma de Mallorca desde los años 90 es, a sus 49 años, uno de los regatistas españoles de más prestigio internacional.
Compitió en dos Copas América (2000 con el 'Bravo España' y 2007 con Mascalzone Latino); ha sido cinco veces campeón del mundo en diferentes clases; ganó la MedCup Tp52 en 2005 2005 y dos veces la Middle Sea Race y la Caribbean 600, entre otras victorias.
Junto al valenciano Nacho Braquehais y el vigués Jaime Arbones, otros dos Copa América, Postigo fue uno de los tres tripulantes españoles del 'My Song', que realizó la travesía de 3.400 millas náuticas (6.300 km) entre Arrecife de Lanzarote y Port Louis (Isla de Granada) en 10 días, 5 horas, 47 minutos y 11 segundos; un nuevo récord que será difícil de superar.
El 'My Song' batió en una hora y 19 minutos el récord anterior en monocascos, que estaba establecido desde el 8 de diciembre de 2015 en 10 días, 7 horas, 6 minutos y 59 segundos por el Finot Conq 100 'Nomad IV' del francés Jean-Paul Riviere.
El navegante cántabro ha reconocido que "las condiciones para la travesía fueron las mejores" que ha tenido nunca.
"Casi todos los días teníamos muy pocas ráfagas de viento, y por la noche teníamos estrellas brillantes que nos guiaban".
"Después de atravesar las altas presiones (vientos suaves) al comienzo del recorrido, el viento fue de entre 16 y 22 nudos (30 a 32 km/h), lo cual fue perfecto y realmente agradable. El principal objetivo para nosotros era llevar el barco al Caribe de manera segura", ha indicado Postigo.
Por esto el objetivo del récord no fue primordial para el equipo, según apunta el navegante: "Después de los primeros días, estábamos 240 millas (445 kilómetros) por detrás del récord, por lo que simplemente lo olvidamos. Luego, lentamente, lo fuimos reduciendo y en los últimos tres días, cada media hora, alguien venía a la mesa de navegación con ganas de saber si estábamos en un ritmo récord; al final, lo conseguimos".