Nueve españoles avanzan en las primeras ronda europeas
José Antonio Diego
Glasgow, 1 mar .- Nueve atletas españoles, los cuatrocentistas Óscar Husillos, Lucas Búa, Manuel Guijarro y Laura Bueno; Esther Guerrero y Zoya Naumov en 800, Jesús Gómez en 1.500, Eusebio Cáceres en longitud y Ana Peleteiro en triple, superaron la primera ronda en la sesión matinal de la primera jornada de los Europeos en pista cubierta.
Cayeron, sin embargo, en su primer contacto con la competición el lanzador de peso Carlos Tobalina, Saúl Ordóñez (lesionado) y Adrián Ben en 1.500; Aauri Bokesa y la niña Salma Paralluelo en 400; y los tres del 3.000: Artur Bossy, Sergio Jiménez y David Palacio.
Ana Peleteiro, medallista de bronce en los últimos Mundiales bajo techo, se metió en la final de triple con la cuarta mejor marca de las ocho finalistas: 14,15 metros. Fue el registro de su primer salto. En el segundo bajó a los 13,99 y acabó con otro de 14,03. La marca de acceso directo a la final era 14,20 pero sólo tres atletas la alcanzaron: la ucraniana Olha Saladukha (14,40), la portuguesa Susana Costa (14,28) y la griega Paraskevi Papahristou (14,28).
En la misma prueba, la madrileña Patricia Sarrapio, una de las más veteranas de los campeonatos (36 años), quedó eliminada como en cuatro de sus cinco participaciones anteriores. Su mejor salto, de 13,67, le dejó a 15 centímetros de la final.
La barcelonesa María Vicente, de 17 años, marcha undécima y penúltima en el pentatlón después de correr los 60 m vallas en 8.36 (a una centésima de su mejor marca); saltar 1,75 en altura (a tres centímetros de su récord) y lanzar 12,82 en peso, mejorando en 40 centímetros su marca personal. Con la longitud y el 800 por delante, todavía tiene margen de batir su propio récord de España.
Pese a experimentar "pesadez y nervios", Husillos, el campeón mundial destronado por pisar fuera de calle en la final de Birmingham 2018, ganó su serie de 400 con 47.34 y tendrá como premio la calle seis, como Lucas Búa, que también ganó su carrera (47.00), en las semifinales de esta misma noche.
Búa, quinto en la final de la edición anterior, dominó de punta a cabo una serie en la que tres rivales terminaron por los suelos.
En la cuarta y última, el albaceteño Manuel Guijarro hizo una carrera impecable hasta los últimos metros. Pasó segundo al tomar la calle libre y en esa posición se mantuvo hasta la recta. Ahí se agarrotó, braceó, perdió la compostura y se dejó adelantar por el ucraniano Vitaliy Butrym, pero su esfuerzo se vio recompensado con la clasificación por tiempos (47.33).
El alicantino Eusebio Cáceres se clasificó por primera vez para la final de longitud de unos Europeos en pista cubierta con un salto de 7,76 metros que le bastó para obtener el sexto lugar entre los ocho clasificados. La marca de clasificación era de 7,95 pero sólo tres la consiguieron: el ucraniano Serhii Nykyforov (8,03), el griego Miltiadis Tentoglu (8,01) y el sueco Thobias Nilsson (7,95).
La gerundense Esther Guerrero y la barcelonesa Zoya Namov, campeonas de España respectivas de 1.500 y 800 metros, se clasificaron para las semifinales de esta última distancia.
En su regreso al 800 después de proclamarse en Antequera campeona de España de 1.500, Guerrero tomó la cabeza en la primera vuelta y, fiel a su carácter de "front runner", defendió su posición hasta el final. Venció con un tiempo de 2:02.95, el cuarto mejor de la primera ronda. En la suya, Zoya Naumov se pegó a la británica Adelle Tracey, que pasó el 400 en 59.58, y arribó a meta con un crono de 2:03.16 que le abrió las puertas de la repesca.
El burgalés Jesús Gómez exhibió su rango de campeón de España al clasificarse para la final de 1.500, en tanto que el leonés Saúl Ordóñez abandonó cuando iba bien colocado en el último giro, lesionado en la fascia -"sentí como si me clavaran un hierro", dijo- y el gallego Adrián Ben se quedó a las puertas de la repesca.
Todo parecía estar bajo control para Ordóñez, que seguía segundo a 100 metros del final, pero poco antes de la última curva se paró.
Gómez, por el contrario, llevó a cabo una carrera sin complicaciones. Se abrió a la calle tres para tomar la cabeza al cumplirse los 500 metros y en el último giro sólo dejó que le rebasara el defensor del título, el polaco Marcin Lewandowski, ganador con 3:47.49, seguido del español con 3:47.53.
El gallego Adrián Ben, plusmarquista nacional sub-20, llevó a cabo una carrera en progresión, pero le abandonaron las fuerzas en la recta. Cedió un par de puestos y acabó quinto con 3:48.24, a la espera de una repesca que no llegó.
Salma Paralluelo, la más joven de todos los participantes en estos Europeos, se despidió en la primera ronda de 400 con una marca de 55.30 alejada de sus mejores prestaciones de la temporada.
Con 15 años, pagó la novatada. No pudo obtener un buen puesto al tomar la calle libre y ese fallo suele resultar letal en esta prueba bajo techo. A partir de ahí desordenó la técnica y acabó descolgada del grupo, sexta y última en meta.
"Estar aquí ya era un sueño. No ha salido la carrera como esperábamos, he tenido malas sensaciones de piernas. Cuando hemos llegado a calle libre he perdido mi técnica, se me han metido todas por delante y ya ha sido imposible avanzar. Pero aprendo de esto y me voy con muchas ganas de seguir mejorando", comentó a EFE.
Sí logró su objetivo en el 400 la granadina Laura Bueno, campeona de España de 400. Se clasificó tercera en la quinta serie, fuera de las dos plazas de acceso directo a semifinales, pero su tiempo de 52.67, el mejor de su vida, le dio la clasificación en la repesca.
Bokesa compitió en la séptima y última serie. Corrió la misma suerte que Salma, en su caso con una marca de 53.45.
La sesión matinal acabó mal para el equipo español: Artur Bossy, Sergio Jiménez y David Palacio corrieron la misma suerte en la primera ronda de 3.000 metros, los tres eliminados con marcas alejadas de sus mejores registros de la temporada.