Tiger Woods y su novia, demandados como responsables de la muerte de un empleado
El golfista Tiger Woods figura como responsable de la muerte de un empleado de un restaurante de su propiedad en una demanda presentada este lunes y que recogen este martes medios locales.
Según la demanda por homicidio culposo, tanto Woods como Erica Herman, novia del golfista y gerente del restaurante 'The Woods', situado en la localidad floridiana de Jupiter, son responsables de la muerte de Nicholas F. Immesberger, de 24 años.
Los padres del joven demandaron a Woods, a su pareja y al restaurante al considerar que a Immesberger se le sirvió demasiado alcohol antes de abandonar el local y sufrir un mortal accidente de tránsito por este motivo el 10 de diciembre de 2018.
El matrimonio Immesberger pide más de 15.000 dólares en daños, informa el diario Palm Beach Post, al considerar que Woods, Herman y personal del restaurante sabían su hijo era alcohólico y que, a pesar de ello, le servían alcohol de manera regular una vez concluido su turno de trabajo. Immesberger falleció cuando el vehículo que conducía a alta velocidad se salió de la carretera, según un informe de la Patrulla de Carreteras de Florida.
Según la demanda, el joven tenía un nivel de alcohol en sangre de 0,256 %, cuando el límite legal es de 0,08 %. Los padres del fallecido aseguran que Herman conocía a Immesberger previamente y sabía de sus problemas con el alcohol y aún así lo contrató como camarero y que, además, habló de estos problemas con Woods.
La demanda establece que "Tiger es individualmente responsable en esta acción porque él participó individualmente en servir alcohol a Immesberger", después de que días antes del accidente el joven estuviese bebiendo en compañía de Woods y Herman en el citado local.
El golfista, considerado uno de los mejores deportistas estadounidenses de todos los tiempos, recibió la pasada semana la Medalla de la Libertad de manos del presidente de EE.UU., Donald Trump. Este reconocimiento, el honor civil más alto de Estados Unidos en la Casa Blanca, llegó días después de que Woods ganase por quinta ocasión el Masters de Augusta.
Este triunfo vino a culminar un retorno del jugador a la élite del deporte mundial después de varias polémicas, incluido un accidente de tráfico tras el que fue arrestado por sospechas de que había estado conduciendo bajo los efectos del alcohol. En las pruebas de consumo de drogas y alcohol que le practicaron la autoridades tras su arresto se le detectó en sangre una mezcla de un sedante para la ansiedad, medicinas para el insomnio y THC, una sustancia encontrada en la marihuana.
El golfista, que, sin embargo, dio negativo en dos pruebas de alcoholemia que le realizaron el mismo día, se acogió a un programa de culpabilidad para primeros infractores que le permitió pagar una pequeña multa a cambio de asistir a un curso para conductores que conducen bajo la influencia del alcohol o las drogas.