La crono detonadora
Luis Miguel Pascual
Bagnères-de-Bigorre (Francia), 18 jul .- La contrarreloj del viernes abrirá las hostilidades. El Tour entra en la batalla decisiva y nadie podrá ocultarse en los 27 kilómetros cronometrados con principio y final en Pau.
La ciudad que sirve de puerta de los Pirineos acoge en esta edición una jornada que será un calvario para los puros escaladores. A menudo, los ciclistas que aman que la carretera se empine adoran llegar hasta esa localidad que anuncia el inicio de los ascensos pirenaicos.
En esta ocasión, los organizadores han introducido una novedad que va a romper los hábitos. Los escaladores tendrán que prestarse al juego de los rodadores.
"La ventaja es clara para Geraint Thomas", analiza el exciclista Jean-François Bernard, que considera que el británico del Ineos puede ampliar la ventaja que tiene con sus principales rivales en la etapa.
Si la identidad del principal beneficiario de la jornada genera consenso, no está claro hasta qué punto esos kilómetros cronometrados pueden ser determinantes.
Por un lado, habrá que ver cuánta renta nueva logra el británico en el año que defiende su título. Por ahora tiene ya un colchón confortable. Además de su compañero de equipo Egan Bernal, que le sigue en el tercer puesto de la general a 4 segundos, el defensor del título ve a 34 al español Enric Mas, a 35 al británico Adam Yates, a 52 al colombiano Nairo Quintana y a 1.21 al francés Thibaut Pinot.
A todos ellos deberá distanciarles y obligarles a jugar al ataque, la táctica preferida del Ineos, rodada durante los años en los que ha construido los triunfos de Chris Froome y el del propio Thomas el año pasado.
Queda terreno por delante, pero si se cumplen los pronósticos, la crono de Pau debería servir para poner la carrera del lado del británico.
La otra interrogante es ver la respuesta de Bernal. El colombiano de 22 años no para de repetir que perderá tiempo en la contrarreloj, pero su progresión en ese terreno es evidente, pese a su juventud.
Si sale de Pau muy distanciado de Thomas, el binomio de líderes que viene alimentando el Ineos podría derrumbarse y el galés se quedaría como la única baza, mientras que el colombiano sería un escudero de lujo.
Por el contrario, si Bernal completa un recorrido de altura y se mantiene a pocos segundos de Thomas en la general, el terreno que se avista es más favorable a sus condiciones de escalador de raza, criado justamente por encima de los 2.000 metros.
En ese contexto, Ineos podría seguir jugando una doble baza, pero la estabilidad en el seno del equipo estaría amenazada. Por ahora Bernal se ha mantenido fiel al plan trazado, pero siempre ha sostenido que no dejará pasar una oportunidad que se le presente.
Para el resto de los pretendientes al podio de París, la crono también comenzará a sentar las bases de la que será su carrera.
Mas, Yates, Quintana, Pinot y el resto de los que tienen ambiciones pueden salir muy tocados de Pau, lo que les obligaría a aventuras de altos vuelos para desbancar a los Ineos.
Si, por el contrario, pierden menos tiempo, puede jugar de forma más conservadora con todo el terreno que resta por delante.
Generalmente prevista para dictar sentencia, este año la crono será un detonador. La traca final llega en los días siguientes, con la meta en el Tourmalet o la tercera jornada pirenaica con llegada en el inédito Prat d'Albis.
Luego quedarán tres grandes etapas alpinas, con dos finales en alto por encima de los 2.000 metros, en Tignes y en Val Thorens, el techo del Tour en vísperas del paseo triunfal por los Campos Elíseos.