Las seis claves que marcan la Vuelta hasta su ecuador
José Luis Sorolla
Urdax Dantxarinea (Navarra), 4 sep .- El elevado nivel de exigencia planteado por la Vuelta 2019 en su primera mitad, algo poco habitual en las grandes carreras por etapas, ha dejado huella en la clasificación general y marcado a hierro y fuego lo que deben ser las próximas diez etapas.
1. Dos perjudicados en la contrarreloj por equipos: Roglic y Pogacar
Los 13,4 kilómetros de la contrarreloj por equipos inicial en Torrevieja (Alicante) dieron más juego del que inicialmente se pudiera prever, con algunos segundos de diferencia entre los mejores.
Las caídas colectivas del Jumbo-Visma y el UAE Emirates, que marcaban buenos tiempos intermedios, hicieron perder al actual líder, el esloveno Primoz Roglic, 40 segundos con el equipo ganador, el Astana del colombiano Miguel Ángel López y favorito al triunfo final. Más de un minuto (1.07) se dejó el joven esloveno Tadej Pogacar, que ahora está metido en la pelea por el podio.
2. Lluvia y granizo marcaron la durísima etapa de Andorra
La propuesta de una etapa corta, por debajo del centenar de kilómetros, y tremendamente dura con cinco puertos con elevadas pendientes, era esperada entre los favoritos como una oportunidad para poner a prueba a los aspirantes al jersey rojo en su décimo aniversario.
A esa dureza se unió la tormenta que se desató en los kilómetros finales, en los que Superman y Roglic dieron con sus huesos en el suelo, y que permitió a Quintana auparse al liderato.
3. Una caída elimina a varios favoritos
Más que por los resultados, la sexta etapa quedó marcada por las duras caídas que sufrieron algunos de los ciclistas llamados a ser protagonistas.
De una tacada, el EF Education First, con vitola de protagonista, perdió a dos de sus mejores hombres, el colombiano Rigoberto Urán y el británico Hugh Carthy, junto al irlandés Nicolas Roche (Sunweb), líder los tres días anteriores, y el español Víctor de la Parte (CCC), que tenía su gran oportunidad en una gran vuelta.
A la formación rosa todavía se le complicaron más las cosas unos kilómetros después con la caída y abandono al día siguiente de otro de sus mejores ciclistas, el estadounidense Tejay Vangarderen.
4. Hasta ocho líderes en once días
Antes de disputarse la contrarreloj individual de Pau, la carrera española ha vivido constantes cambios de maillot rojo, hasta ocho veces en once etapas.
Tras hacerse con el primer maillot rojo de esta 74ª edición, Superman López ha vestido hasta en tres ocasiones la preciada prenda, pero fue un líder de quita y pon porque no le duró más de un día. Fue líder tras la primera, quinta y séptima etapas.
Roche, que ya fue líder de la Vuelta en 2013, aprovechó la emboscada de la segunda etapa para hacerse con una prenda que consiguió retener tres días.
También fueron líderes el belga Dylan Teuns (Bahrain Merida) y Nicolas Edet (Cofidis), pero el triunfo de Roglic en Pau parece el anticipo de que el exesquiador puede convertirse en un líder bastante más duradero.
5. Roglic rompe en Pau la igualdad y convierte la carrera en un 'todos contra él'
Nadie dudaba de que el triunfador en Pau iba a ser Roglic, el esloveno volador, frente a los otros aspirantes a luchar por el rojo. Lo único que quedaba por saber era la ventaja con la que iba a salir respecto a sus perseguidores.
Hasta llegar a Pau, los teóricos favoritos, López, Quintana, Valverde y Pogacar, se habían movido en diferencias mínimas a pesar de haber tenido que afrontar tres finales en alto consecutivos: Observatorio Astrofísico de Javalambre, Ares del Maestrat y Mas de la Costa, así como el andorrano de Cortals d'Encamp.
También la llegada del segundo día en Calpe, tras la difícil subida al Puig Llorença, puso la etapa y con ella la carrera patas arriba con los mejores peleando de tú a tú entre ellos y conformado una clasificación bastante fiable.
6. Los más modestos aprovechan la permisividad de los mejores
La igualdad de fuerzas que se dejaba entrever entre los aspirantes al triunfo final provocó en tres jornadas, la de Urdax-Dantxarinea fue la cuarta para el español Mikel Iturria (Euskadi-Murias), una poco habitual permisividad por parte del pelotón con los escapados. Nadie quería tomar las riendas para controlar las fugas y esa relajación no la desaprovecharon los mejores.
El español Ángel Madrazo (Burgos BH) no dejó pasar la gran ocasión de su vida en su mano a mano con su compañero holandés Jetse Bol y el también español José Herrada (Cofidis), ambos en idéntica tesitura que Madrazo.
Al día siguiente el pequeño de los Herrada, Jesús, se cobró en Ares del Maestrat la pieza que no pudo cobrarse su hermano un día antes, mientras que Dylan Teuns se hizo con el jersey rojo.
Lo mismo aconteció camino de Igualada, donde fue el alemán Nikias Arndt (Sunweb) el que ganó, aunque en su palmarés ya figuraba una etapa del Giro, y el francés Edet consiguió para su hija el peluche del "toro español" que da la Vuelta cada día al líder, ya que hasta ahora no ha podido conseguirle el "león" del Tour.