La ugandesa Nakaayi sucede a Caster Semenya en 800
Doha, 30 sep (EFE).- La ugandesa Halimah Nakaayi se ciñó la corona mundial de 800 con un tiempo de 1:58.04 en una carrera a la que faltó la sudafricana Caster Semenya, campeona anterior, que se negó a cumplir la normativa de la IAAF en materia de hiperandrogenismo.,Nadie contaba con ella, pero Nakaayi, de 24 años, surgió incontenible en la recta para colgarse la medalla de oro, pese a los esfuerzos que hizo por detrás la estadounidense Raevyn Rogers, segunda con 1:58.18 por delante de la gran fa
Doha, 30 sep .- La ugandesa Halimah Nakaayi se ciñó la corona mundial de 800 con un tiempo de 1:58.04 en una carrera a la que faltó la sudafricana Caster Semenya, campeona anterior, que se negó a cumplir la normativa de la IAAF en materia de hiperandrogenismo.
Nadie contaba con ella, pero Nakaayi, de 24 años, surgió incontenible en la recta para colgarse la medalla de oro, pese a los esfuerzos que hizo por detrás la estadounidense Raevyn Rogers, segunda con 1:58.18 por delante de la gran favorita, su compatriota Ajee Wilson.
Estados Unidos no gana un título global (olímpico o mundial) en 800 desde que el carismático Dave Wottle, tocado con su eterna gorra, se impuso en la final olímpica de Múnich'72, y tendrá que seguir esperando pese a que esta vez parecía tenerlo a su alcance.
La final estuvo marcada por una ausencia, la de la campeona anterior, la sudafricana Caster Semenya, que prefirió renunciar a los Mundiales antes de someterse a las nuevas reglas de la IAAF en materia de hiperandrogenismo, que exige a las mujeres tener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro de sangre si quiere competir en categoría femenina.
Sin la sudafricana, las favoritas de salida eran dos estadounidenses, Ajee Wilson, que había ganado seis de sus ocho carreras este año, y Raevyn Rogers, con las ugandesa Winnie Nanyondo y Halimah Nakaayi prestas a discutirles las medallas.
La jamaicana Natoya Goule pasó en cabeza el 400 en 57.94 pero todo se resolvió en la recta. Nakaayi, que no había gastado nada, llegó más fresca.