Lo último de Kobe Bryant: la promesa a un niño que no podrá cumplir por el fatídico accidente
Casi todas las fotos esconden una historia, pero la Brady Smigiel con su ídolo tiene detrás una que nunca se quisiera contar. Y es que este niño, de 13 años, no podrá ver su sueño hecho realidad. Este joven chico, amante del baloncesto, coincidió el pasado sábado (horas antes del mortal accidente) con Kobe Bryant en las instalaciones de su academia (Mamba). Le pidió una foto y, aunque no la tuvo como él deseaba, el recuerdo de esa fotografía será ya eterno.
La historia la reveló la madre del pequeño, Dionne Reich Smigiel, en la CNN. Ella contó que Kobe Bryant no se paró para hacerse la foto con su hijo porque "estaba enfadado" después de ver como el equipo de baloncesto de su hija perdía un partido.
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A pesar de ello, el chico decidió pulsar el botón y hacerse su particular 'selfie' con un Kobe Bryant que pasaba justo por detrás suya sin pararse. Eso sí, el exjugador de baloncesto de Los Ángeles Lakers le hizo una promesa a Brady Smigiel: "Mañana nos haremos una foto mejor".
Por desgracia, esta promesa nunca se pudo hacer realidad. Un día después, camino de otro encuentro de baloncesto que tenía que jugar su hija Gigi, se estrelló el helicóptero en el que viajan ellos dos y otras siete personas más John Altobelli, Keri Altobelli, Alyssa Altobelli, Sarah Chester, Payton Chester, Christina Mauser y el piloto, Ara Zobayan.
La foto de Brady con Kobe Bryant
En la citada fotografía se puede ver al joven Brady Smigiel, muy sonriente en primer plano, mientras pasa por detrás suya Kobe Bryant diciendo algo. Una imagen, una historia con una promesa que nunca podrá hacerse realidad.
Todo esto ocurrió el sábado por la tarde. Después, el medio TMZ, el mismo que reveló la noticia del accidente, publicó un vídeo de la leyenda de la NBA jugando con su hija Bianka en el centro comercial Fashion Island, en Newport Beach.
Por esa misma zona y horas antes del accidente, sobre las siete de la mañana, la familia Bryant fue a misa a la Iglesia Católica Nuestra Señora Reina de los Ángeles en Newport Beach, según el padre Steve Sallot. "Nos dimos la mano, vi que se había bendecido porque tenía un poco de agua bendita en la frente", manifestó el sacerdote, que reconoció al medio KCBS que era muy creyente y habitual en su iglesia.
