Mostovói: “Smólov es justo lo que necesita el Celta”
Ignacio Ortega ,Moscú, 1 feb (EFE).- La leyenda rusa del Celta de Vigo, Alexandr Mostovói, aseguró este sábado a Efe que su compatriota Fiódor Smólov, que llegó cedido hasta final de temporada procedente del Lokomotiv Moscú, es justo lo que necesita un equipo que flirtea con el descenso y sufre una alarmante falta de gol. ,“Smólov fue pichichi de la liga rusa dos temporadas seguidas con el Krasnodar (2015-16, 2016-17). Eso es justo lo que necesita el Celta. El Celta necesita goles”, comentó. ,Mo
Ignacio Ortega
Moscú, 1 feb .- La leyenda rusa del Celta de Vigo, Alexandr Mostovói, aseguró este sábado a Efe que su compatriota Fiódor Smólov, que llegó cedido hasta final de temporada procedente del Lokomotiv Moscú, es justo lo que necesita un equipo que flirtea con el descenso y sufre una alarmante falta de gol.
“Smólov fue pichichi de la liga rusa dos temporadas seguidas con el Krasnodar (2015-16, 2016-17). Eso es justo lo que necesita el Celta. El Celta necesita goles”, comentó.
Mostovói, que reside en Moscú desde hace unos años después de jugar ocho temporadas en Vigo (1996-2004) y vivir en Marbella, aseguró que su admirado Iago Aspas “no puede marcar 30 goles todos los años”.
“Además, vendieron a Maxi Rodríguez al Valencia, por lo que perdieron capacidad goleadora. No tienen delanteros”, destacó en un perfecto español.
Smólov, que en caso de buen rendimiento podría continuar en Vigo al final de esta temporada, será el tercer ruso en vestir la camiseta celtista tras el propio Mostovói y otra leyenda de la escuadra celeste, Valeri Karpin, actual técnico del Rostov ruso.
El zar, como es conocido en la ciudad gallega, se enteró del fichaje cuando estaba a punto de disputar un partido de hockey sobre hielo, su mayor pasión desde su retorno a Moscú.
“Mi teléfono echaba humo. ¿Qué demonios pasa?”, asegura entre risas.
Después de la sorpresa inicial, reconoce que, “como está ahora el Celta, hay que fichar”.
“Si el equipo está casi último de la clasificación, ¿quién va a marcar goles? Había que buscar un goleador”, insiste.
Reconoce que Smólov se encuentra sumido en un pequeño bache desde que perdiera la titularidad con Rusia en favor de Dzyuba en vísperas del Mundial en 2018, donde apenas tuvo protagonismo.
“Es verdad, pero eso le puede pasar a cualquiera. Con Chéryshev fue al revés. Llegó de tapado y fue el mejor jugador ruso en el Mundial. Sea como sea, considero que Smólov es un delantero de alto nivel”, destaca.
De hecho, cree que Fiódor debería haberse ido mucho antes a Europa, pero recuerda que en el fútbol ruso “marcas dos goles, te consideran una estrella y ya te pagan dos millones de euros”, algo que en España sólo hacen los grandes, además de Atlético de Madrid o Valencia.
“Aquí viven muy bien. ¿Quién les va a pagar esos sueldos en España? Por eso, creo que Smólov ha tomado una decisión que no es nada fácil. Vivir en Moscú es genial y eres una estrella. En Vigo no te conocen ni saben cómo te llamas. Aquí lo tenía todo y en Vigo ya veremos cómo le va”, explica.
Tampoco se atreve a opinar sobre su falta de continuidad en el Lokomotiv, donde el técnico, Yuri Siomin, prefería alinear de titular en muchas ocasiones al portugués Eder, el autor del gol de la victoria en la Eurocopa que ganó Portugal en 2016, pero un jugador con grandes limitaciones técnicas.
“Lo que está claro es que no era titular en el Lokomotiv. Algo pasó, pero no conozco los problemas. Igual estaba cansado de estar aquí. Ha ganado mucho dinero. ¿Por qué no probar medio año? Seguro que habló con el técnico del Celta (Oscar García) y éste le aseguró que sería titular”, apunta.
Recuerda que desde que Pavlyuchenko, Arshavin, Kerzhakov o Zhirkov aterrizaran en grandes clubes como el Tottenham, Arsenal, Sevilla o Chelsea después de la Eurocopa, sólo Golovín dio el salto al fichar por el Mónaco tras el Mundial.
Con respecto al estado físico de Smólov, recuerda que la liga rusa se encuentra en medio de una pausa invernal desde principios de diciembre -el Lokomotiv está concentrado en España-, por lo que Smólov no ha disputado partidos oficiales desde hace varias semanas.
“Desconozco en qué forma se encuentra. En Rusia estamos en pretemporada. Lo que está claro es que para ser pichichi tienes que ser un buen jugador”, asegura.
Mostovói cree que su compatriota no tendrá mucho tiempo para adaptarse, más aún cuando hoy el Celta visita el Valencia en un partido en el que el equipo gallego necesita sumar si quiere salir de los puestos de descenso.
“Mira con quién le toca el primer partido. El Valencia. Ni más ni menos”, resalta.
Smólov fue durante muchos años la gran promesa del fútbol ruso junto a Alexandr Kokorin (Zenit), pero nunca llegó a cumplir con las expectativas -probó sin suerte en el Feyenord con 20 años- hasta que recaló en 2015 en el Krasnodar, donde se convirtió en el mejor jugador del país.
Había dejado atrás su fama de mujeriego, se ganó la titularidad con el equipo nacional, le marcó dos grandes goles a España (noviembre de 2017) en un partido amistoso y era el rostro feliz del equipo anfitrión.
Todo se torció meses antes del partido inaugural. Recientemente, reconoció que fue preso de la ansiedad. El caso es que perdió la titularidad semanas antes del torneo, en el que apenas jugó e incluso falló una pena máxima en la tanda de penaltis de los cuartos de final ante Croacia.
Ese fallo le convirtió en un villano a ojos de los rusos e incluso tuvo que pedir públicamente perdón por lanzar el penalti “a lo Panenka”. Ahora, Fiódor busca una segunda oportunidad antes de cumplir los 30 (9 de febrero).
De ello depende que se haga con un hueco en la Eurocopa, ya que ahora mismo no cuenta para el seleccionador, Stanislav Cherchésov.
Aunque ahora pocos lo recuerdan, Mostovói también deambuló por Europa después de ser la estrella del Spartak Moscú. Por suerte, el Celta le dio una segunda oportunidad a los 28 años, después tuvo ofertas del Real Madrid y el Juventus, y se convirtió en una leyenda del fútbol gallego.
Mientras Smólov cuenta las horas para el debut, Mostovói sigue trabajando como comentarista en la televisión y la radio rusas, aunque echa mucho de menos el mundo del fútbol.
Si Fiódor no aprovecha su oportunidad, Alexandr no está dispuesto a desaprovechar la primera que se le presente, sea en Rusia o en España.