Melani Bergés: sorteando los límites en busca de una medalla paralímpica
Ella no se pone límites. Así se describe Melani Bergés, corredora en pruebas de velocidad adaptadas y una nueva muestra de que #EllasValenOro. En ElDesmarque continuamos caminando junto a Iberdrola para contar la historia de esta chica cuyo albinismo -y todos los contratiempos que este trastorno genético conlleva- no ha frenado sus ganas de llegar a lo más alto del atletismo.
Hace ahora casi cuatro años, Melani acudía a sus primeros Juegos Paralímpicos, los de Río de Janeiro en 2016. Sus expectativas no pasaban por llegar a la final de su prueba, los 400 metros lisos, pero esta deportista nacida en Badalona hace 30 años hizo magia en las semifinales, firmando su "mejor carrera" hasta la fecha, consiguiendo su mejor marca personal y colándose entre las cuatro finalistas. Rozó la medalla y, aunque no llegó a conseguirla, estar entre las cuatro mejores de su categoría ya fue un premio. "El mayor de todos", dice ella. "Lo importante fue correr esa final, darlo todo y que se viera reflejado todo el esfuerzo de ese año", argumenta, convencida de que quedarse a pocos segundos de subirse al podio no fue una decepción.
Ahora, con Tokio a la vuelta de la esquina -aunque haya que esperar un año más de lo previsto inicialmente-, Melani tiene un reto en mente: colgarse, esta vez sí, una medalla paralímpica. Sería el cúlmen a su carrera deportiva. "Me encantaría repetir en una final y conseguir un metal", señala la catalana. Un objetivo mayúsculo pero nunca imposible para alguien como Melani, que no se pone ningún techo. De hecho, los ha roto todos.
Un comienzo habitual y una carrera trepidante
Los inicios de Melani en el atletismo no guardan ninguna anécdota especial. Nació con albinismo, lo que le provocó una discapacidad visual desde el principio de su vida. La fotofobia forma parte de su persona, pero no le ha impedido hacer cosas extraordinarias. Todo comenzó como un hobbie. "Empecé en atletismo cuando tenía unos 8 años, en una escuela de la ONCE en la que se hacía multideporte los fines de semana", relata la corredora. "A medida que me hacía mayor, ingresé en los CAR (Centro de Alto Rendimiento) tanto de Barcelona como de Madrid. Al principio era saltadora de longitud, pero por circunstancias deportivas y de la vida cambié de especialidad y me dedico ahora al 400 metros". Y ya nada ni nadie pudo pararla.
"Me proclamé campeona del mundo con 15 años. Fue el segundo campeonato internacional al que iba en mi vida y en ese momento no eres muy consciente de todo lo que conlleva ser campeona del mundo o llegar a ese punto en el deporte", confiesa Melani sobre su primer logro, en categoría juvenil. "En el momento estaba con el jet lag un poco aturdida porque fue en Colorado, Estados Unidos, y nos dejó a todos un poco tocados. Pero lo recuerdo con mucha ilusión y mucho cariño".
Y tras el primer campeonato internacional como juvenil, llegó su primer torneo europeo en categoría absoluta. Y lo ganó. Melani recuerda su primer puesto en el Campeonato de Europa de Grosseto (Italia) en 2016 con la voz marcada por la alegría. "Ha sido una de las mayores y más satisfactorias sensaciones porque fue una de las medallas más importantes para mí porque era en campeonatos absolutos. Fue una de mis mejores carreras y lo recuerdo como un momento excepcional y que jamás voy a olvidar", cuenta.
Nunca más echó el freno. En los siguientes europeos, en Berlín 2018, sumó dos preseas de plata a su palmarés, tras quedar subcampeona en las pruebas de 100 y 400 metros. Su reto siempre ha sido superarse a sí misma. Y casi siempre lo ha conseguido.
Melani tardó en competir con guía. Como ella misma explica, a los saltadores de longitud no les hace falta y cuando se decidió por las pruebas de velocidad, supo que lo necesitaba para correr con más seguridad. "Vimos entre mi entrenador y yo que se daría mucho mejor la prueba con la ayuda de un guía, porque al tener este problema de la fotofobia, con la luz que te molesta, corres mucho más segura. Ha sido un acierto complementar mis carreras con un guía", reconoce.
"La relación con el guía es importante dentro y fuera de una pista de atletismo", añade. "Hay deportistas que tienen guía y tendrán una mejor o peor relación fuera de la pista pero lo primordial es la confianza y estar siempre en contacto con él para cualquier cosa, cualquier necesidad, que nos entendamos tanto a nivel personal como a nivel deportivo".
Una sensación siempre agradable y una vida sin límites
Melani no puede escoger sólo una de las sensaciones que le produce correr sobre el tartán de una pista de atletismo. "Si las tengo que calificar, mis sensaciones son de darle una justificación bonita a lo que estoy haciendo y por lo que lo estoy haciendo, así que son agradables siempre", indica. No obstante, descubre que antes de cada prueba debe pelear contra otras cosas: "Tengo una lucha eterna con mis nervios, mis presiones y mis inseguridades y todas estas cosas que a veces los deportistas nos metemos sin querer dentro de la cabeza. Pero empezar una carrera y terminarla, para mí es lo bonito".
A pesar de los sacrificios que conlleva el deporte de alta competición, siempre es una acción loable. "Llevo muchos años ya dentro de este mundo y he pasado por diferentes etapas en mi vida. Compensa porque lo eliges tú, nadie te lo impone. A mí me llena muchísimo y creo que sí merece la pena el sacrificio y quizá en otro momento de mi vida ya haré lo que no he hecho o lo que me he perdido, que al final no son pérdidas, son ganancias en otros términos", señala orgullosa Melani.
Y eso que no son pocos los retos a los que tiene que hacer frente tanto en su vida diaria como en su evolución deportiva. "Me califico como una persona sin límites, que no se echa para atrás en nada. El tema de tener una deficiencia visual te limita en algunas cosas de la vida, no en todas, pero sí en muchas. Pero no me ha supuesto un hándicap en mi vida personal ni en mi vida deportiva. Sí necesito ayuda en ciertas cosas", concreta la de Badalona.
Para esta atleta, la evolución del deporte paralímpico ha sido, sencillamente, "brutal". "Cada día hay más países en las competiciones internacionales, cada vez está más normalizado el deporte adaptado. En algunos países nos falta un empujoncito, pero en las últimas décadas ha mejorado muchísimo, cada vez hay más y a un nivel brutal", puntualiza.
Un futuro cargado de optimismo
Más allá de las pistas de atletismo, Melani se está forjando un futuro en el que también espera conseguir éxitos. "Aparte de ser atleta, soy profesora, me saqué la carrera de Magisterio en la Complutense (Madrid) y hace un año y medio me presenté a las oposiciones de maestro. Ahora, a seguir estudiando para sacarme una plaza y si lo puedo seguir compaginando con el deporte, genial. Si no, llegará un momento en que tendré que tomar una decisión", señala la deportista. Quiere poder transmitir a los niños y niñas todo lo que ha aprendido dentro y fuera de la competición.
Y entre esos conocimientos, recomienda sobre todo la práctica del deporte a cualquier persona, "ya sea con albinismo o a cualquier persona que se quiera sentir un poquito bien, no sólo a nivel de salud física sino a nivel de salud mental".
Melani se muestra optimista a pesar de las dificultades que se le han presentado en los últimos meses -como al resto de los deportistas-. Al no poder salir a entrenar en la calle por el confinamiento que ha provocado la pandemia del coronavirus, la badalonense se ha ejercitado en casa gracias a una bicicleta estática que le facilitó el Comité Paralímpico. "Se ha ido haciendo algo pero nada que ver con correr, hacer series ni cosas típicas de la modalidad". Ahora, de vuelta ya en el CAR de Madrid, la atleta admite que está sufriendo con las agujetas: "Se nota que hay algún grupo muscular que no ha funcionado del todo bien durante la cuarentena", reconoce. Sin embargo, también confiesa que "tenía muchas ganas de volver a entrenar porque a nivel psicológico es necesario. Estoy con ganas e ilusión".
El test para conocer mejor a Melani Bergés
Melani Bergés se somete al test de preguntas rápidas de ElDesmarque. Una serie de cuestiones con las que conocemos cuáles son sus preferencias en cuanto a temas tan variopintos como la comida, el cine o su campeonato más recordado. Con sus respuestas, la atleta nos acerca su lado más humano, el que aflora fuera del tartán.
Como siempre orgullosos de sus logros y de la persona que se ha formado. Siempre digo al final de los comentarios lo mismo y es verdad,,, soy su mayor fan,,,.