Buen rollo en Ferrari: los piropos de Carlos Sainz a Charles Leclerc

La historia de la Fórmula 1 está llena de situaciones difíciles dentro de los equipos, principalmente por la mala relación entre pilotos de una misma escudería. Muchas de las miradas de la próxima temporada estarán puestas en el box de Ferrari, donde coincidirán dos de los mayores talentos. Llega Carlos Sainz y se mantiene Charles Leclerc. Según insisten en Maranello, ninguno parte con la vitola de piloto principal. Lo decidirá el asfalto. El español, además, no ha dudado en destacar las cualidades del monegasco nada más llegar. "Es muy rápido y habilidoso. Es un buen tipo y solo puedo decir cosas buenas de él. Todo lo que se dice sobre él es cierto: es fuerte y maduro para su edad. Tiene un futuro brillante por delante y hará las cosas bien", ha dicho Sainz en Racefans.net.

Leclerc tiene 23 años y acumula tres de experiencia en la Fórmula 1. Sainz cuenta con 26 años y lleva ya cinco en el Mundial. La progresión fantástica del español lo ha llevado en este periodo desde Toro Rosso hasta Ferrari. El brutal talento de Leclerc le hizo aterrizar en la escudería italiana muy joven. "Está en una etapa diferente de su carrera. También pude aprender de él y fue interesante. Pude ver algo de mí en él, me recuerda a como era yo hace 10 años", explica Sainz. Con su McLaren, el madrileño le dejó al monegasco varios recados durante la temporada pasada. La sana batalla está servida.

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Casi todos en la Fórmula 1 coinciden en señalar a Leclerc como futuro campeón del Mundial. Más a medio que a largo plazo. Sin embargo, al mismo tiempo, nadie descarta que Sainz no detenga su crecimiento y haya llegado a Ferrari para desbancar a su compañero de equipo y destrozar todos los pronósticos. "Tiene un gran talento y está pilotando a un nivel increíble ahora mismo. Para mí es uno de los mejores pilotos de la parrilla, por lo que será complicado estar a su altura e igualarle. Nos llevaremos bien", analiza el español, tirando de la habitual sensatez y humildad. No hay que correr más de la cuenta, aunque en este deporte parezca una contradicción.