Fernando Alonso: un sándwich maldito, el gafe y una promesa tras su retirada
La celebración del primer Gran Premio de Fórmula 1 de la temporada ha dejado un sabor agridulce en Fernando Alonso. El piloto asturiano certificó su vuelta al Mundial dejando muestras de que todavía conserva lo mejor de sus cualidades técnicas. Pero también que aún le persigue parte de esa tremenda mala suerte que ha tenido en las últimas temporadas. El español tuvo que abandonar en la vuelta 34 por una avería mecánica... ¡producida por un envoltorio de un sándwich!
Algunos siguen hablando del gafe que persigue al excampeón del mundo. Y no es para menos. El plástico quedó atrapado en los conductos de freno traseros del A521 de Fernando Alonso, provocando altas temperaturas y dañando el sistema de frenado. Eso hizo que, por motivos de seguridad, Alpine decidiera mandar al español a boxes. El asturiano llevaba varios giros viendo cómo su monoplaza tenía que ir cada vez más lento por cuanto no podía controlar el sistema de frenado. No hubo forma de gestionar el daño producido por ese envoltorio que de forma increíble quedó atascado en su coche.
Sin embargo, esas 33 vueltas completadas le dan fuerzas para prometer guerra muy pronto. Concretamente "dentro de varias carreras". Es el tiempo que el propio Fernando Alonso ha fijado como una especial pretemporada extra que necesita. "Ya estoy pensando en Imola. Creo que me falta tiempo en el coche. Todos los pilotos que han cambiado de equipo vemos que necesitan más tiempo. Imagínate eso multiplicado por dos años y medio. Seguro que dentro de cinco o seis carreras estaré más cómodo", vaticinó tras la carrera inaugural.