Una gran familia verde y roja: la emoción de ElGranDerbi se comparte hasta con colores distintos

ElGranDerbi de este domingo en el Ramón Sánchez-Pizjuán refulgirá de nuevo con todo el brillo de los choques entre equipos de una misma ciudad o comunidad de LaLiga Santander. Con toda su pasión, con la competitividad intrínseca a estos duelos y con el estadio prácticamente tan lleno como antes de la pandemia. Uno más de esos eventos marcados en rojo en el calendario liguero que concitan la atención de millones de personas y que en este caso divide a una ciudad, Sevilla, en dos tonalidades: rojo y verde, verde y rojo. Distintos colores incluso dentro de una misma familia, pero el mismo sentimiento vinculado por la emoción de un acontecimiento inigualable.

La capital hispalense vivirá una edición más de su evento deportivo por antonomasia, una lucha de igual a igual que separa durante noventa minutos a seguidores de Real Betis y Sevilla FC; a amigos y, cómo no, incluso a familiares. Porque de los árboles genealógicos sevillanos no siempre nacen hojas iguales. Muchas familias de la ciudad reparten sus componentes entre sevillistas y béticos. Desde el respeto, con cariño y mediando siempre la ineludible guasa de la ciudad, unos y otros defienden sus colores en un partido cuyo resultado puede dar de sí semanas o quizá meses.

Sevilla siempre ha disfrutado de este tipo de partidos de una forma especial, única, y una buena muestra de ello la representa la familia Álvarez, donde la convivencia se ha acostumbrado a tener dos días especialmente señalados: la ida y la vuelta de ElGranDerbi. Los Álvarez tienen la misma categoría que ElGranDerbi, porque conforman una Gran Familia, por número y por buen talante, especialmente cuando se enfrentan los dos equipos en el terreno de juego.

La nueva generación de los Álvarez: béticos y sevillistas

El ejemplo parte de José María y Mª del Carmen, béticos ambos y progenitores de una saga amplia y bien educada. Sus siete hijos son del Betis, a pesar de haberse criado todos a cien metros del estadio del Sevilla. Allí estudiaron también, hasta que se fueron emancipando y cada uno formó su propia familia. Algunos lo hicieron junto a cónyuges con la misma querencia verdiblanca, aunque otros vieron al rival colarse en el dormitorio. De ahí ha ido brotando una nueva generación en la que se mezclan aficionados de ambos equipos.

Esa nueva generación de los Álvarez cuenta, a día de hoy, con hasta diecinueve integrantes. Y cuando llega ElGranDerbi todos los nietos se ponen las camisetas de sus equipos, pero arropados por la misma bufanda de la unión familiar. “En nuestra familia ElGranDerbi es una fiesta más, un día señalado que se vive con mucha pasión. Yo soy bético, pero nunca he sido antisevillista y eso quizá haya podido ayudar a que nos lo tomemos muy bien”, apunta José María, el patriarca de la familia, quien disfruta igual de todos sus nietos, tiren más para el verde o para el rojo.

De hecho, José María ha llegado a desplazarse a algún partido del Sevilla con tal de darle el gusto a sus nietos sevillistas: “No he tenido nunca problema en eso porque soy feliz si ellos disfrutan. Mis hijos son todos béticos porque es lo que su madre y yo les hemos inculcado, pero luego cada uno ha formado su familia y han llegado sevillistas a los que les hemos dado todo nuestro cariño”.

Cuatro hijos políticos del Sevilla

De sus siete hijos políticos, cuatro no comulgaban con la fe deportiva de la familia: Manuel, el marido de Mamen; Vicente, el de Amparo; Benjamín, esposo de María; y Begoña, consorte de Leo. No obstante, no todos han conseguido que los nietos crucen la acera de los colores familiares. Manuel, padre de tres, y Vicente, de otros tres, se han llevado a los suyos al lado rojo, con el consiguiente disgusto de Mamen y Amparo. Benjamín y Begoña, por su parte, se han quedado en inferioridad en su propia casa: los tres de uno y los otros tres de la otra han decidido seguir la estela bética familiar.

Javi y Mª del Mar (tres hijos), Quique y Mª Paz (dos), y Luis y Montse (tres) han logrado retener a los suyos en la pasión del abuelo. “A nosotros nos encanta el fútbol y siempre hemos vivido la pasión por el Betis muy intensamente. Hemos tenido carné desde pequeños y se ve que hemos logrado tener más influencia que nuestras mujeres”, bromean Javi, Quique y Luis, quienes este domingo vivirán el partido desde casa con sus hijos béticos.

No así Manuel y Vicente. Ellos sí llevarán a los suyos al Sánchez-Pizjuán, aunque más de una vez haya seguido otras ediciones de ElGranDerbi con los abuelos. “En este caso iremos al campo, pero otras veces los hemos visto en familia y el ambiente es magnífico. No hay piques ni malos rollos, todo lo contrario. Los primos se llevan genial, siempre están deseando estar unos con otros y los colores no importan”, apunta Vicente.

Una semana movida en el grupo de whatsapp familiar

Manuel resalta la buena relación que ambos tienen con sus suegros a pesar de la diferencia de colores: “Siempre nos deseamos suerte y tras el partido siempre el que pierde le da la enhorabuena al otro. Al final es fútbol y el cariño familiar está muy por encima de los resultados”. Eso sí, esta semana previa, como todas las que preceden a ElGranDerbi, se acrecientan la actividad y las bromas en el grupo de whatsapp: “Esta semana siempre suele ser movidita. Unos con el Sevilla y otros con el Betis, pero eso nos da también emoción y diversión. En esta ciudad ElGranDerbi no se concibe de otra forma”.

La buena marcha de ambos equipos en LaLiga Santander hace que esta nueva edición de ElGranDerbi haya creado una gran expectación, lo que dificulta aún más los pronósticos. “Será seguro un partido igualado, como casi todos, pero esta vez el Betis llega en un gran momento y podemos dar la campanada”, apunta el abuelo José María, socio del Betis durante muchos años. Vicente, por su parte, entiende que “el Sevilla ya ganó la ida en el Villamarín y está ahí arriba. Confío en que ganemos a pesar del buen momento del Betis con Pellegrini”.

María y Benjamín, con sus tres vástagos béticos, irán este domingo al barrio de Nervión a ver el partido con los abuelos en la televisión. A sólo cien metros, en un Sánchez-Pizjuán enardecido, estarán Manuel y Vicente con sus seis pequeños sevillistas. Por la tarde, ElGranDerbi habrá pasado, con sus emociones, sus goles y su pasión. Pero quedará la Gran Familia verde y roja de los Álvarez.