Elizabeth Deignan correrá La Vuelta después de tener a su segundo hijo: montó en bici hasta el día antes de parir
Elisabeth Deignan (Trek Segafredo), excampeona del mundo y ganadora de París Roubaix y Lieja Bastoña, participará en La Vuelta Femenina que comienza el 1 de mayo tras haber dado a luz a su hijo Shea el pasado 24 de septiembre. La ciclista británica ya volvió a la competición en la Flecha Valona, pero ahora competirá durante toda una semana en una de las carreras más importantes de la temporada.
161 ciclistas se repartirán entre 24 equipos en La Vuelta Femenina by Carrefour.es, cada una con su particular historia. Destacarán por su calidad la vigente dueña del maillot arcoíris Annemiek van Vleuten o la referente nacional Mavi García; cautivarán a los aficionados por su historia Kristen Faulkner, antigua ‘trader’ nacida en Alaska, o Femke Beuling, que debutará como profesional en la ronda española tras una vida consagrada al patinaje de velocidad.
La vida deportiva de Deignan ha conocido tres cénit. El primero, siendo muy joven, en la prueba en línea de los Juegos Olímpicos de Londres 2012: se colgó la plata perdiendo el esprint por el oro con Marianne Vos. El segundo, en su primera madurez, fue el Campeonato del Mundo que se adjudicó en el año 2015 en Richmond (Canadá). El tercero, en su segunda madurez, fue su arrollador triunfo en la primera edición de la París-Roubaix femenina celebrada en 2021.
Entre Richmond y Roubaix "Lizzie" pasó un año en blanco porque su marido Philip y ella concibieron a su hija Orla, que nació el 23 de septiembre de aquel año. Su regreso al máximo nivel fue un ejemplo para muchas ciclistas que dudaban de si era posible crear una familia a la vez que competían, y también para aquellos equipos recelosos de ver a sus corredoras embarazadas.
El reto de la vuelta después del segundo hijo
Cuatro años y un día después de que Orla viniera al mundo llegó su hermano Shea. Sólo han pasado siete meses de aquel 24 de septiembre y ‘Lizzie’ Deignan ya ha participado (y terminado) la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja.
En sólo una semana afronta su próximo reto: La Vuelta. El último día que montó en bici estando embarazada fue el día antes de dar a luz.
Siete meses después de su embarazo🤰🏻, Lizzie Deignan estará en La Vuelta Femenina By https://t.co/7WuIYU1Pvi 🚲
La ciclista de Trek-Segafredo dio a luz a su hijo Shea el pasado 24 de septiembre; siete meses después ya se ha puesto un dorsal para participar en la Flecha Valona.… pic.twitter.com/w149sggKkS
— La Vuelta Femenina by Carrefour.es (@LaVueltaFem) April 25, 2023
"Estuve pedaleando desde el primer al último día. Sí que durante la última semana utilizaba el rodillo, pero antes salía casi siempre a la carretera. Al final del embarazo casi es más fácil montar en bicicleta que caminar. Para mí el ciclismo es una forma sencilla y natural de mover el cuerpo", comenta Deignan.
La ciclista británica empezó a montar seriamente en bici a los 15 años, sin ningún tipo de tradición familiar con este deporte.
"Yo no nací en una familia ciclista, empecé en un programa de detección de talentos de la Federación británica de ciclismo (British Cycling), cita que me cambió la vida. Se acercaban los Juegos de Londres 2012 y British Cycling se puso a buscar jóvenes ciclistas por las escuelas; particularmente, chicas. Me hicieron varias pruebas y me acabaron seleccionando para el programa de formación"
No montar en bici embarazada hubiera sido más peligroso
Casi 20 años pedaleando a diario, la bici es una parte imprescindible de su vida diaria. "Sí, así es. Creo que, como mujeres embarazadas, tenemos el derecho de decidir qué actividades son un riesgo y cuáles no. Para las personas que no practican ciclismo, ver a una embarazada montada en una bici puede ser chocante porque lo consideren peligroso. Sin embargo, en mi caso, creo que no haber montado en bici hubiera sido más peligroso todavía; concretamente, para mi salud mental", explica.
Según Deignan, "nueve meses es muchísimo tiempo como para renunciar al ejercicio físico. Cada vez que salía en bici, lo hacía con la máxima precaución: nunca en las horas de más calor, ni en carreteras con tráfico. Pero sí, necesitaba montar en bici para que mi cabeza siguiera en su sitio".
A partir del nacimiento de Shea, la ciclista británica tardó "unas cuatro semanas y media en volver a la actividad".
"Normalmente los médicos recomiendan esperar seis semanas después de dar a luz para practicar ejercicio físico con idea de dejar al cuerpo tiempo para recuperarse, pero eran demasiadas para mí. Al principio hacía salidas muy cortas, y sólo cuando de verdad tenía tiempo y cuerpo para hacerlo. No pude entrenar de verdad hasta que Shea no cumplió nueve semanas porque mis días no tenían estructura; dependían de él".
Una vez que volvió a la carretera, Deignan necesitó unos tres meses para recobrar la capacidad de entrenar. "Al principio me tocaba acostumbrarme a pedalear sin barriga, y, además, cuidar de un recién nacido exige tanta energía…
De los dos embarazos vividos, Deignan señala que "el de un niño pasa más factura que el de una niña".
"Supongo que cada embarazo es diferente. Me recuperé mucho antes del embarazado de Orla que del embarazo de Shea. En este segundo embarazo gané más peso y me sentía mucho más cansada; monté menos en bici y perdí más condición física. Hay quien dice que el embarazo de un niño pasa más factura que el de una niña; según mi experiencia, fue así.