Toyota RAV4: el todocamino pionero da el estirón
El RAV4 estrenará en abril su cuarta generación con las mismas características que en su día le convirtieron en uno de los precursores de los modernos SUV de asfalto: dinamismo, estilo deportivo, posición elevada y ciertas cualidades todoterreno.
Pero ahora viene con mucho más espacio en el interior y el maletero que le aportan sus 20,5 centímetros extra de longitud. Con 4,57 metros, ofrece un habitáculo mucho más amplio, con 10 centímetros más de distancia entre ejes que, además de ampliar el espacio para los pasajeros de las plazas traseras incrementa la capacidad del maletero hasta los 647 litros (incluyendo los 100 litros del doble fondo del maletero).
Además de las proporciones (también es 30 mm más ancho y 25 más bajo que el anterior) también cambia su presencia, que adopta el nuevo lenguaje de diseño de Toyota. Su portón trasero ya no incluye la rueda de repuesto, un rasgo que se había mantenido desde el original hasta ahora, y además su apertura ahora es vertical (e incluso puede contar con un mecanismo eléctrico con memoria de altura).
Lo que se esconde debajo de la fachada no cambia tanto. Apenas una revisión de las suspensiones y la dirección para mejorar el confort de marcha y la respuesta al volante, para complementar a una nueva carrocería más ligera y rígida. El interior, de nuevo diseño, da una mejor sensación de calidad y se beneficia de un intenso trabajo en la reducción de ruidos y vibraciones percibidas.
Tampoco cambia la estructura del sistema de tracción (embrague de accionamiento electromagnético) pero sí su modo de actuación, ya que además del reparto estándar del par al 100% para el eje delantero y hasta el 50-50 en situaciones extremas, ahora dispone de un nuevo modo Sport por el que el sistema pasa un 10 por ciento de la fuerza a las ruedas traseras cuando tomamos una curva para mejorar la dinámica del coche.
En la gama de motores tendremos a dos viejos conocidos y un nuevo “fichaje”. Los que repiten son el 2.0 Valvematic de gasolina con 151 caballos y opciones de cambio manual o automático de variador continuo de seis velocidades y el 2.2 D-4D de 150 con caja manual o automática convencional de convertidor de par también con seis etapas. Ambos estarán disponibles únicamente con tracción a las cuatro ruedas.
La tracción delantera (especialmente recomendable para un uso intensivo en asfalto ya que permite limitar el gasto de combustible) se reserva para el nuevo motor de la gama: el 2.0 D-4D de 124 CV que solo contará con una opción de transmisión manual de seis marchas, eso sí, complementada con sistema de arranque y parada automáticos. Con este nuevo y eficiente propulsor el RAV4 firma un gasto medio de 4,9 litros.
Este nuevo dos litros diésel será el único motor que podrá combinarse con el acabado de acceso Active, en cuya lista de elementos se incluyen el aire acondicionado manual, los faros antiniebla, el control de crucero, siete airbags y un equipo de audio con CD, mandos al volante y conexiones auxiliares y USB.
El siguiente acabado, denominado Advance, será ya mucho más completo al incluir el climatizador bizona, las llantas de aleación de 17”, el sensor de luces y lluvia, los espejos plegables o el sistema Touch and Go con pantalla táctil, audio streaming para el teléfono móvil y cámara de visión trasera.
Por encima quedará el acabado Executive, que añade llantas de 18 pulgadas, faros de xenón, asientos de reglaje eléctrico con calefacción, acceso y arranque sin llave, aviso de cambio involuntario de carril, sensor de parking trasero y portón eléctrico.
Lamentablemente, no podemos ofreceros los precios de la gama española ya que aún no se han fijado y no se conocerán hasta mediados del mes de marzo.
