La bomba del nuevo Suzuki Jimny está en el interior: ¡Mira esto!

El Suzuki Jimny es uno de los modelos preferidos de los consumidores. Sobre todo de aquellos a los que les encanta correr aventuras con su coche sin buscar en este grandes pretensiones más que vivir el camino.

El Jimny es de los pocos 100% todoterreno que hay en el mercado y su tamaño reducido lo hace exclusivo. Y también su precio ajustado.  Desde 19.500 euros podemos hacernos con uno.

Está disponible con una única versión mecánica. Este Suzuki monta bajo el capó un motor de 4 cilindros y 1.5 litros que desarrolla una potencia de 102 CV.

Va asociado a una caja manual de cinco velocidades o a una automática de cuatro. Y siempre con la tracción total a las cuatro ruedas, control de descensos y  asistente al arranque en cuestas, entre otras ayudas.

Los problemas del Suzuki Jimny

El Jimny, sin embargo, cuenta con un par de pegas importantes. Esto son su disponibilidad y las condiciones de compra.

De entrada, la firma no se establece una fecha límite para la entrega del vehículo. A veces pasa más de un año para que Suzuki entregue a los consumidores un Jimny.

Y aun así, la marca exige una paga y señal de 1.000 euros y nos obliga a firmar un contrato de compra. Es decir, estamos atados a asumir el pago completo. Aunque nos cansemos de esperar.

Sin embargo, también es cierto que el que va a buscar un Jimny es porque está convencido de lo que quiere. No es un modelo para cualquiera.

La bomba en el interior del Suzuki Jimny

Un Jimny con el que se pueden hacer cosas como la que te contamos a continuación. Y es que podemos convertir este pequeño todoterreno en un coche cama.

El fabricante tuvo claro cuando diseñó su habitáculo que los más aventureros querrían llevarse su Jimny de acampada, y para ello diseñó unos asientos traseros totalmente abatibles hasta formar una superficie plana ideal para montar una cama improvisada.