El nuevo Citroën C3, seguridad y confort en el entorno urbano

El nuevo Citroën C3 ofrece numerosos sistemas de ayudas a la conducción
Así, por ejemplo, aparcar en los lugares más estrechos es mucho más fácil con la Ayuda al aparcamiento delantero. Gracias a los 6 sensores situados en la parte delantera, evita los riesgos derivados de los pequeños golpes durante las maniobras. Una señal acústica acompaña la maniobra desde que se activa uno de los sensores para focalizar el potencial punto de contacto.

Otra serie de sensores similares se encuentran en la parte trasera del coche y, al insertar la marcha atrás, se activa automáticamente la Cámara de visión trasera, que muestra en la pantalla táctil central de 7” la vista trasera. Los elementos gráficos visibles cambian de color en relación con la distancia a los eventuales obstáculos, lo que convierte las maniobras en más fáciles y seguras.

Todo aquello que no vemos es potencialmente peligroso. Por ello, el Sistema de vigilancia del ángulo muerto permite controlar lo que sucede a ambos lados del coche. Mediante el encendido de un testigo luminoso en el retrovisor exterior se indica la presencia de un vehículo en los llamados “ángulos ciegos”. Funciona según el mismo principio de los sensores de marcha atrás y contribuye a la seguridad en los cambios de carril en las avenidas urbanas. El sistema demuestra su eficacia detectando vehículos ligeros como, por ejemplo, los tradicionales scooters que aparecen de improviso.

Y, hablando de obstáculos inesperados, el Active Safety Brake se ocupa de los riesgos de colisión frontal. El sistema de frenada de emergencia limita el riesgo de colisión a partir de tan solo 5 km/h de velocidad. Cuando detecta objetos fijos, móviles e incluso peatones, si la persona que conduce no reacciona al aviso acústico y visual de riesgo de colisión, el sistema se encarga por su cuenta de frenar el coche de manera automática.

Las ADAS del Nuevo Citroën C3 también contribuyen a facilitar la vida a bordo. Lo demuestra la función Acceso y arranque manos libres, con la que tanto la apertura y el cierre del vehículo como la puesta en marcha se pueden efectuar manteniendo la llave en el bolsillo. El coche se encarga de reconocer a la persona cuando se aproxima (y también, por supuesto, cuando se aleja).

La eficacia de la función de Ayuda a la salida en pendiente se manifiesta en los arranques en las subidas, impidiendo que el coche ruede hacia atrás cuando se levanta el pie del freno para acelerar. Actúa en las pendientes con una inclinación superior al 3% estabilizando el coche durante 2 segundos y es de gran utilidad, por ejemplo, en las clásicas rampas de salida de los aparcamientos subterráneos.

Perfecto también para conducción en ciudad, con cada vez más zonas limitadas a 30 km/h, es el Sistema de reconocimiento de límites de velocidad, cuya misión es leer las señales de limitación de velocidad y proporcionar a quien conduce la información sobre los límites de cada vía. Activo a cualquier velocidad, lee también las señales que marcan el fin de las limitaciones.

El valor de la velocidad captado por este sistema se puede transmitir de inmediato al regulador/limitador de velocidad para evitar superar la velocidad máxima de manera involuntaria.

Por otra parte, gracias a la Alerta de cambio involuntario de carril, si el coche supera la línea blanca de la carretera sin que hayamos activado el intermitente, emite un aviso acústico y visual para que la persona que conduce se dé cuenta de que está invadiendo el carril contiguo.