Kia Sportage o Toyota RAV4: “¿Cuál es mejor?”. Y hay vencedor

Si estás buscando un SUV mediano y lo quieres híbrido, seguramente estarás pensando en el Toyota RAV4. Pero el modelo japonés no es el único todocamino recomendable de estas características. Existen otras opciones como el Kia Sportage, también disponible en versiones con hibridación ligera. Dos modelos que, aunque cuenten con sistemas electrificados distintos, no evitan la pregunta de “¿cuál es mejor?” respecto a nuestras necesidades.

La respuesta definitiva no te la podemos dar. Pero si darte algunas pistas para que lo tengas claro a la hora de acudir al concesionario.

Antes de nada y sin entrar en detalles técnicos, cabe decir que el sistema eléctrico del Sportage es el llamado EcoDynamics+, un sistema micro-híbrido de 48v que asiste al motor de gasóleo en el arranque y durante la aceleración. El Toyota, por su parte, monta un sistema que activa el motor eléctrico en función de la velocidad o el modo que escogemos. Por ejemplo, a velocidades inferiores a 50 km, es el motor eléctrico el que toma la iniciativa.

La ventaja del primero es lo económico de su implementación, que permite que el precio final sea menor. La ventaja del segundo es que cuenta con lo mejor de los coches térmicos y los híbridos,  con una eficiencia mucho mayor. Aclarado esto, vamos con los detalles de cada uno.

Kia Sportage

El Kia Sportage mide 4.485 mm de largo, 1.645 mm de alto y 1.855 mm de ancho, dejando una distancia entre ejes de 2.670 mm y un maletero de 503 litros, ampliables hasta los 1.492 l.

En el apartado mecánico, las versiones MHEV son las que se configuran con un motor diésel de 1.6 litros y 136 CV de potencia. Puede asociarse a cambios de marchas manuales o automáticos DCT, mientras que siempre llevan sistema de tracción total.

En equipamiento, todos incluyen desde las versiones de acceso barras de techo, spoiler trasero, llantas de aleación de 16", kit de movilidad, retrovisores exteriores calefactables con el intermitente incorporado, Intelligent Stop&Go, luces de circulación diurna con tecnología LED, sistema de Audio con cámara de asistencia al estacionamiento, aire acondicionado y sensor de luces, entre otros detalles.

Los precios empiezan en los 32.750 euros, pero te garantizamos de primera mano que puedes hacerte con uno desde menos de 27.000 euros financiados.

Toyota RAV4

En cuanto al modelo japonés, este mide 4.600 mm de longitud, 1.855 mm de anchura y 1.685 mm de altura, dejando una distancia entre ejes de 2.690 mm y un maletero de 520 litros.

Bajo el capó, el Toyota RAV4 está disponible en dos versiones híbridas no enchufables. Ambas montan un motor de gasolina de 2.5 litros asociado a uno o dos propulsores eléctricos, dependiendo del sistema de tracción. El de tracción delantera desarrolla 218 CV de potencia. El de tracción total llega hasta los 222 CV.

Y entre su equipamiento, destaca la cámara de 360 grados, los faros de LED, los sensores de aparcamiento, el climatizador bizona, la tapicería de cuero, la pantalla táctil del sistema Toyota Touch 2 y el navegador. Todo ello al margen que los sistemas de seguridad y los asistentes de conducción Toyota Safety Sense.

Por último, los precios empiezan en los 36.000 euros con descuentos.

Conclusión

Dicho esto, si vas a hacer muchos kilómetros por carretera, quizás te convenga el Sportage. Su sistema diésel registra un consumo menor que el bloque del RAV4. No obstante, si vas a circular bastante por ciudad, te convendrá más el Toyota, pues tira más del bloque eléctrico a velocidades más bajas, lo que te permitirá un ahorro importante.

Al margen de ello, el RAV4 es más grande, cuenta con un maletero mayor y no ha comparación en la potencia de los motores. Si lo que buscas son prestaciones superiores, el RAV4 es el tuyo.

Eso sí: si tu prioridad es el dinero, olvídate del modelo japonés. Estamos hablando de diferencias reales al final de los pagos de más de 10.000 euros.