“¿Eres tú?” Pillan a Selena Gómez en la playa al natural: “Pobrecita, ¡qué mal está!”

Los últimos años no han sido fáciles para Selena Gómez. Y no, no hablamos de la ruptura definitiva de su relación con Justin Bieber, sino de los problemas que le ha dado el lupus que le diagnosticaron hace tiempo y que desembocó en la necesidad de un trasplante de riñón. Algo que aprovechan muchos haters para acribillarla en las redes.

La relación entre Selena y Justin nunca fue del todo sana. Lo dejaron y volvieron en varias ocasiones. Hasta que finalmente la relación se acabó definitivamente. Pero el asunto no quedó ahí. Y lo que ocurrió no le hizo ninguna gracia a la cantante. Y es que poco después el joven artista se comprometió con la influencer Hailey Baldwin. Un duro golpe que terminó de hundir a Gómez, que terminó ingresando en un centro de rehabilitación. Y es que la norteamericana ya arrastraba un problema mayor antes de este episodio.

El peor golpe a Selena Gómez

Como decíamos, a la it girl le diagnosticaron lupus y tuvieron que trasplantarle un riñón para salvarle la vida. Una intervención que, al margen de las internas, tuvo serias consecuencias en su físico. La medicación e estos casos suele contribuir en importantes aumentos de peso, y eso es lo que le ocurrió a Selena. Algo que algunos energúmenos utilizan para atacarla y decirle de todo en las redes. La piedad no tiene lugar en internet y Selena lo sabe bien.

De hecho, la cantante estuvo un tiempo alejada de las rede sociales precisamente por como le afectaban las barbaridades que llegaban a escribirle.

Por suerte, tal y como se puede comprobar en su cuenta de Instagram, la intérprete de Back to you ha logrado recuperar la sonrisa y ha dejado aquellos duros momentos atrás.

Algo que celebran sus seguidores, que no olvidan lo mal que lo ha pasado y que no dejan de mandarle ánimos y fuerza en la red.

La foto de Selena Gómez en la playa

No obstante, sus haters todavía aprovechan fotos como la que mostramos a continuación en las que se le notaba ese aumento de peso, para ponerla en los pies de los caballos y recordarle los malos momentos que estaba pasando.

Una imagen que, al margen de las críticas injustificadas, provocó comentarios como “¿Eres tú?” o “Pobrecita, ¡qué mal está!”.