Las cifras a tener en cuenta del Betis en la Copa del Rey para la final del sábado
El Real Betis perseguirá el próximo sábado ante el Valencia CF en La Cartuja su tercer título copero tras los logrados en 1977 ante el Athlétic de Bilbao y en 2005 frente a Osasuna, ambos en el desaparecido Vicente Calderón, y las finales perdidas en 1931 frente al conjunto bilbaíno y en 1997 ante el Barcelona en el Bernabéu,
Diecisiete años más tarde de la victoria ante Osasuna, después de 120 minutos y un gol decisivo del delantero Dani Martín que puso el 2-1 definitivo en el marcador, los del chileno Manuel Pellegrini querrán convertir La Cartuja en el campo talismán que fue siempre para el conjunto bético el estadio Calderón.
La historia bética con las finales de Copa empezó el 21 de junio de 1931, pocos meses después de proclamada la II República, por lo que el partido disputado en el estadio de Chamartín de Madrid ante el Athlétic de Bilbao fue bajo la denominación de Copa de España.
El conjunto bético, germen del que cuatro años más tarde sería Campeón de Liga, jugaba por entonces en Segunda y se había plantado en la final tras dejar en la cuneta al Badalona y a tres primeras como la Real Sociedad, el Madrid FC y Arenas de Guecho.
Los goles de Chirri, Roberto y Bata por parte del Athlétic, que dos meses antes se había proclamado campeón de Liga, hicieron que el gol bético de Sanz no valiera para más que para dejar las espadas en alto y presentar las cartas credenciales para el único título liguero del palmarés verdiblanco.
Tuvieron que pasar 46 años y una larga travesía del desierto por parte bética para que el entonces equipo dirigido por Rafael Iriondo se plantara en la primera final de la Copa del Rey en 1977 tras eliminar a Baracaldo, Sestao, Deportivo de la Coruña, Valladolid, Hércules y el entonces Español.
Una agónica tanda de penaltis con José Ramón Esnaola como héroe dirimió un partido que el Betis había empatado en dos ocasiones por medio de Javier López los tantos vascos logrados por Carlos y Dani, y que desde ese día se convirtió en hito en la mejor historia verdiblanca y ejemplo de las esencias de este equipo que se sobrepone cuando nadie da nada por él.
Transcurrieron veinte años antes de que el Betis disputara una nueva final de la Copa del Rey, esta vez ante el Barcelona en el Santiago Bernabéu de la mano de Lorenzo Serra Ferrer, quien en ese 28 de junio de 1997 ya se había comprometido con los culés para la próxima temporada después de tres brillantes ejercicios en el Villamarín.
Esa noche, el Betis se adelantó dos veces en el marcador por medio de Alfonso Pérez y el nigeriano Finidi George al conjunto entrenado del el inglés Bryan Robson, quien había empatado en otras tantas ocasiones con goles del portugués Luis Figo y el hispano-argentino Juan Antonio Pizzi y que, finalmente, se llevó el partido en la prórroga con el segundo tanto del delantero luso.
Para curarse de esta decepción, pasaron dieciocho años hasta que en 2005 volvía al Vicente Calderón para jugarse la final copera ante un Osasuna que la jugaba por vez primera en su historia y que la llevó a la prórroga con un gol del australiano John Aloisi, que empató el logrado por el delantero brasileño Ricardo Oliveira.
Fue Daniel Martín 'Dani' quien desató la locura al darle al Betis en la prórroga su segundo título copero, estadística que los de Pellegrini querrán romper el próximo sábado en La Cartuja en la quinta final de Copa que jugará el club del escudo de las trece barras.