Bono le arrebata a España toda posibilidad de gloria
Después de sufrir contra Japón, España no quería más sustos y se enfrentó a Marruecos con la esperanza de adelantarse pronto en el marcador. El combinado marroquí supo leer muy bien el partido y, ante la clara intención de dominio del equipo español, supo esperar sus oportunidades para provocar errores y así llegar con más claridad al área defendida por Unai Simón. Pero sería Bono, el portero marroquí, el que saldría del partido rodeado de gloria.
El encuentro empezó según el guion esperado, con España moviendo el balón de forma horizontal con escasez de juego vertical. Marruecos, que se movía bien de una banda a otra para defender, estaba bastante cómodo con ese guion establecido. Los hombres de Luis Enrique no encontraban la manera de armar una jugada de ataque y lo cierto es que los marroquíes estaban jugando a lo que querían.
De hecho, pese a tener menos balón, la mayor sensación de peligro la creó Marruecos. España no consiguió nada en los 90 minutos y, en la prórroga, la suerte tampoco estuvo del lado de los españoles. Pablo Sarabia estuvo muy cerca de lograr la victoria en la última jugada del encuentro, pero el balón se estrelló en el poste derecho de la portería de Bono y el partido se fue a los penaltis.
Desde los once metros fue donde más sufrió España. Bono iba sonriente, mientras que Unai Simón reflejaba seriedad. La actuación del portero marroquí fue excelente, ya que adivinó la trayectoria de los tiros de Pablo Sarabia, Carlos Soler y Busquets. Unai Simón detuvo un lanzamiento, pero de nada sirvió ante los tres goles que marcaron los marroquíes.
Fue Achraf el que, con un penalti a lo Panenka, sentenció la tanda de penaltis a favor de Marruecos. Se acabó el sueño mundialista de España, que vuelve a irse de un campeonato internacional tras los penaltis.
