El Barcelona se lleva la ida sin necesidad de posesión
La Copa del Rey llegó a las semifinales con el partido que todos estaban esperando. El Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona acaparaba todas las miradas, con una sensación de que el conjunto blanco estaba en un mejor estado de forma después de que el Barcelona encajara dos derrotas consecutivas. El escenario era el Bernabéu, por lo que todo parecía indicar que el Barcelona no tendría muchas opciones de sacar un resultado positivo.
El Real Madrid comenzó el partido apretando al Barça, junto con su afición, aunque había una persona extra con la que iban a lidiar posteriormente: el colegiado Munuera Montero. Los blancos, y en especial Vinicius, no estaban muy de acuerdo con ciertas decisiones del juego, colmándose su paciencia con una tarjeta amarilla a Vinicius Junior en una acción con Frenkie de Jong.
El equipo de Xavi estuvo bastante atento al juego y aprovechó esa falta de concentración madridista para armar una jugada de ataque que acabaría, para su fortuna, en un gol en propia puerta de Militao. El VAR revisó un posible fuera de juego, pero todo estaba correcto y finalmente validó el gol blaugrana.
Ante esto, el Real Madrid quedó un poco tocado y le costó volver a asumir el mando del juego, aunque sometió al Barcelona tanto en la primera mitad como en la segunda. Xavi no estaba nada contento con el poco balón que tenía su equipo, y lo cierto es que el conjunto culé acumuló tan solo un 36% de posesión, una cifra bastante baja sabiendo de su habitual protagonismo.
Ancelotti intentó de todo para devolver el empate al marcador pero ni con Álvaro Rodríguez fue posible. De esta manera, el Barcelona se lleva un resultado positivo del Bernabéu para encarar la vuelta, que será a principios de abril y que puede darles la llave para otro título.