SKT recupera su trono arrasando en la final
Sí, 2018 fue un año para olvidar en SKT. Dos malas temporadas que les dejaron sin MSI y sin Campeonato del Mundo. Pero con un nuevo equipo alrededor de Faker construido para ganar, SK Telecom T1 vuelve al trono de la LCK y de la manera más reivindicativa posible, arrollando en una lucha sin cuartel a un Griffin que ansiaba llegar a lo más alto.
Tras irrumpir el pasado verano y rozar los Worlds, Griffin ahora sí parecía aspirar absolutamente a todo, y así lo demostraron en fase regular como líderes de la competición. Pero enfrente tuvieron a un SKT que, recuperando su mejor nivel, conquista su séptimo título regional. Asegurando el billete al MSI y demostrando que este equipo es capaz de todo, especialmente con un Teddy que cierra de manera soñada este split de primavera tras numerosas temporadas brillando en el barro.
Apenas dos horas y media le hicieron falta a SKT para alzar el ansiado trofeo en un mejor de cinco que supo a poco. Pues aunque Griffin intentaba sorprender con la composición de Taliyah / Pantheon a bot, una vez superada una cómoda fase de líneas, las teamfights solo tenían el color que Teddy quiso que tuvieran, acompañado de un Faker que con Ryze en sus manos volvía a hacer auténticas locuras.
Mucho menos igualado fue un segundo mapa que comenzó mal desde el primer minuto tras un mal invade de Griffin. Viper se encontró fuera en todo momento, y Chovy era el focus claro de un SKT que ya ganaba con un equipo de mejor escalado. La composición Jarvan / Galio fue un dolor de cabeza, especialmente con el inconmensurable trabajo de Clid.
De nuevo la dupla Taliyah / Pantheon aparecía en escena, y de nuevo Griffin tuvo unos buenos miuntos iniciales. Ante alguna dificultad, Sword sacaba el carro generando jugadas muy positivas. Pero en teamfights nuevamente no tenían rival ante las rotaciones perfectas de un SKT que tenía en todo momento el control sobre el mapa. Faker y sobretodo Teddy volvían a imponer su ley, rompiéndose todo en un ACE en la zona del dragón, con una gran triple de Khan con Riven, que además significaba un Nashor que dejaba prácticamente sentenciada la partida.