Cómo descargar Clash Quest para iOS y Android, lo nuevo de Supercell
El desarrollo interno de Supercell tiene en el universo Clash un nuevo horizonte repleto de posibilidades tras la presentación de los tres juegos planteados para los próximos meses, aunque en el caso de Clash Quest se han apresurado a activarlo en ciertos países, lo que hace necesaria la aparición de un VPN para descargarlo en cualquier parte del mundo.
El acercamiento a la historia táctica entre puzzles y mecánicas estratégicas de Clash Quest se avista tanto en android como en iOS desde este martes 6 de abril con el lanzamiento oficial del primero de los tres juegos con los personajes del universo, pero en este caso solo con permisividad en cinco países (Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca e Islandia).
Precisamente por esa razón los seguidores de la marca se han abalanzado sobre todo tipo de VPN para ver las posibilidades de probar el juego en su primera fase y lejos de los bloqueos de servidores, casi todo el mundo parece poder acceder a la descarga que ahora explicamos para poder jugar.
El primer paso es descargar un VPN (tunnelbear es uno de los más famosos) y registrarse hasta activarla en alguno de los países mencionados anteriormente. A partir de ahí hay dos variantes, ir directamente a la tienda y buscar el juego por si aparece o forzar la detención de la store ya sea de Google o Apple para poder reiniciarla y ejecutar la descarga.
Obviamente al haber cambiado de país con todos los datos que ello conlleva habrá que crear una nueva cuenta en la tienda para el dispositivo pero a partir de ahí será factible hacer la descarga de Clash Quest, y lo que es más importante, una vez se avance un mínimo en el juego se podrá jugar posteriormente sin VPN.
Las primeras sensaciones de los creadores de contenido son bastante positivas teniendo en cuenta que parecía el más flojo de los tres juegos presentados por aquellos de parecerse más a un estilo Candy Crush que a otra cosa, pero la realidad es que avanzando el tono es tan estratégico como táctico. El único pero es la limitación de partidas por el uso de la energía, una constante en estos títulos para forzar la compra de gemas y el gasto externo.