El mensaje de Pedro Sánchez y el Rey de España al Sevilla: "Es vuestra competición"

La Casa Real y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han felicitado a través de la red social Twitter al Sevilla por haber conquistado esta noche su séptima Europa League ante la Roma de José Mourinho en la tanda de penaltis (4-1), después de que el partido y la prórroga acabaran con 1-1.

"Arropados por vuestra afición y con espíritu de lucha hasta el final, el equipo al completo habéis demostrado, una vez más, que la Europa League es vuestra competición", refiere en un tuit la Casa Real, que concluye con un !Felicidades!.

¡El @SevillaFC gana su séptima #UELfinal!

Arropados por vuestra afición y con espíritu de lucha hasta el final, el equipo al completo habéis demostrado, una vez más, que la @EuropaLeague es vuestra competición.

¡Felicidades!

— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) May 31, 2023

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado: "El Sevilla FC lo vuelve a hacer y conquista su séptima Europa League. ¡Enhorabuena a todo el sevillismo!"

El @SevillaFC lo vuelve a hacer y conquista su séptima Europa League.

¡Enhorabuena a todo el sevillismo! https://t.co/yUgcYl0349

— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 31, 2023

Y el Sevilla silenció Roma

En Roma, por primera vez en mucho tiempo, se hizo el silencio. Una ciudad que este miércoles amaneció coloreada de amarillo y rojo, y en la que los decibelios fueron subiendo a medida que se acercaba la hora, enmudeció por completo tras 120 minutos y una tanda de penaltis que trajo consigo los peores recuerdos.

Cuando Dybala puso el 1-0 en el minuto 35, el Estadio Olímpico de la capital italiana, en el que se retransmitió el partido con pantallas, estalló. Explotó de alegría celebrando el gol de su estrella que le acercaba al segundo título europeo consecutivo. Una hazaña que por un buen rato se creyeron. Incluso cuando el Sevilla empató, el silencio no fue tan dramático como cuando Montiel marcó el penalti decisivo.

Entonces la nada abrazó Roma. Por las pantallas gigantes del Olímpico se proyectó la imagen de Dybala, roto. Empapado en lágrimas. La fiel representación de lo que estaba viviendo en ese momento toda la afición 'giallorossa'.

Roma había soñado con este día, el camino que había tenido a lo largo de la competición le hizo ilusionarse. Se ganó el derecho a hacerlo. Y, aunque siempre con el recuerdo presente de aquella final del 84 ante el Liverpool en la Copa de Europa, lo hizo. Pero de nuevo un empate a uno. De nuevo los penaltis. Y de nuevo en el Olímpico. Casi todo como aquella vez. La diferencia es que no hubo jugadores sobre el campo. Como si los hubiera habido.

La noche terminó tarde y terminó mal para los romanistas. Pero igual que recobraron las fuerzas para aplaudir a Dybala cuando le vieron entre lágrimas, hicieron lo propio cuando la cámara se centró en Mourinho agradeciendo a su afición. Quién sabe si por última vez.