Benzema, perdónalos porque no sabían lo que decían
-
Día de despedidas en el Bernabéu con Benzema y nueve futbolistas que dicen adiós al Real Madrid
-
El Real Madrid coloca a Harry Kane como fichaje prioritario: el Tottenham ha tomado una decisión
"Yo juego para la gente que sabe de fútbol" - Karim Benzema.
Atención porque este texto puede contener trazas de despecho y de revanchismo hacia todos aquellos que osaron criticar al hasta este domingo capitán del Real Madrid. El club ha anunciado la salida de Benzema después de 14 años en el club y una huella imborrable de uno de los mejores futbolistas de su historia.
No olvido cada una de las sensaciones que he sentido con Karim desde su llegada. El francés llegaba, en teoría, después del 'no' de David Villa y pese a que el 'Guaje' era uno de mis futbolistas favoritos de la época, no podía sino ilusionarme con ese proyecto de Ronaldo Nazario en el gran verano de las contrataciones en el Real Madrid (Cristiano, Kaká, Xabi Alonso, Arbeloa...).
Un jugador al que se le veía quizás con exceso de peso pero, cada vez que cogía la pelota, la calidad no engañaba. No llegó a entrar en los planes de Pellegrini como un fijo después de que Higuaín le comiera la tostada en el gran año del argentino en el Real Madrid.
Ahí ya comenzaban las críticas a Benzema. Pobres de ellos. No quiero desmerecer a estas alturas a Higuaín pero parece que muchos preferían a un futbolista cuya técnica no era precisamente una de sus virtudes pero, ¡ojo!, que era protagonista de esas carreras demagógicas a balones que sabía que iban a salir por banda para llevarse el aplauso fácil. El tiempo puso a cada uno en su lugar.
Algo similar pasó con Morata. De hecho, Karim tuvo que escuchar como el Bernabéu coreaba al delantero sólo por ser canterano a pesar de una alarmante falta de gol que no ha corregido en toda su carrera. No, no olvido.
Que le pregunten a Cristiano Ronaldo con quién prefería jugar al lado. Si el portugués pulverizó todo tipo de récords en el Real Madrid fue por tener al lado a un escudero como Benzema que le hacía más fácil marcar goles. Entre asistencias, jugadas generadas y otras en las que CR7, directamente, prefirió disparar en lugar de devolverle el balón, las cifras del galo podrían haber sido incluso mayores.
Me he peleado mucho con amigos y madridistas por defender a un jugador como el '9' merengue y es cierto que en ocasiones no me lo puso nada fácil. Pero para algo está la fe. Cuando algo no se puede explicar con datos, ahí está la fe. Si lo usan tantas religiones alrededor del mundo, ¿por qué no yo?
Tampoco es el momento de hablar de su vida fuera del fútbol y de sus problemas judiciales. Como dijo un genio de otro genio: "Si Jesús tropezó, ¿por qué él no habría de hacerlo?".
No, la verdad es que no es de recibo que el delantero titular del Real Madrid marcase solo cinco goles en LaLiga Santander en la 17/18 pero, ojo, que ahí supo aparecer en la final de Champions para meter el pie cuando Karius, iluso de él, buscaba con la mano a un compañero. Fe, señores, fe.
Y que no le acusen de marcar goles feos porque, si algo ha hecho Benzema en su carrera en el Real Madrid es regalarnos obras de arte. Tantos para la historia madridista con chilenas al Ajax o el Barcelona, un eslalon imposible al Sevilla, el baile a la defensa del Atlético de Madrid en el córner, la volea en el Sadar, los dos controles en el aire ante el Valencia, el taconazo al Espanyol para Casemiro que aprendió de Guti... ¡si hasta pudo marcar de escorpión al Levante en un disparo que se fue al palo!
Cuando Cristiano Ronaldo pegó la espantada, Gareth Bale parecía el encargado de tirar del carro. Ilusos nosotros. Ante la evidencia con el paso de los partidos de que el galés estaba más pendiente del golf, Benzema dio el paso adelante esperado.
Ahí se produjo la metamorfosis de un futbolista que pasó a un nivel de Balón de Oro, como el que conquistó la pasada temporada. Sus cifras se dispararon y consiguió por fin el Pichichi y terminó alcanzando el segundo puesto en la clasificación de máximos anotadores del club.
Su último regalo, la Champions de 2022. Un 'hat-trick' al PSG, otro en Stamford Bridge y cuatro tantos más entre cuartos y semis para conquistar la 14ª Champions del club y su quinta personal. 647 partidos, 353 goles y 25 títulos después se despide un jugador irrepetible, que supo silenciar a sus 'haters' para siempre con lo que mejor sabía hacer: jugar al fútbol. Karim, perdónalos porque no sabían lo que decían.