La familia Salas: pasado, presente del Sevilla ¿y futuro?

La llegada de canteranos al fútbol de élite suele ir ligada, salvo en contadas excepciones, a tesituras ciertamente delicadas tanto en el plano económico como en lo deportivo. Un contexto propicio para apostar por los más jóvenes, como lo fue en su día Víctor Salas, en quien Marcos Alonso creyó en la inolvidable -para mal- temporada 99/00. Dos décadas después era su sobrino, Kike Salas, quien debutaba con el Sevilla FC en un contexto similar. Y ahora es Víctor Jr., el hijo del exfutbolista, quien fantasea con cumplir lo que un día hizo su padre.

Víctor Salas será uno de los delanteros que busque junto al Sevilla FC hacer un gran papel en LaLiga Promises Internacional. El menudo atacante es uno de los principales valores del alevín, habiéndose destapado este curso como un gran goleador con hasta 25 dianas. 

El pequeño sigue los pasos de su padre, quien debutó con el primer equipo siendo aún juvenil. Unos días después de su estreno en Mestalla, sorprendió a todos con su puesta en escena en Nervión. Aquel día logró el gol que le daba el triunfo al Sevilla contra el FC Barcelona.

Luego lograría el ascenso a Primera División y se haría un hueco entre los más habituales del equipo, despidiéndose cuatro años después. Se retiró en el Coria, antes de pasar por Castellón, El Ejido o Teruel, despidiéndose con más de 20 goles y casi 250 participaciones en total.

Entre el Sevilla y el pádel

Casi 10 años después de su retirada, casi en un contexto similar, era Kike Salas, su sobrino, quien debutaba a las órdenes de Julen Lopetegui. Irrumpió con una fuerza tremenda, estrenándose en Champions y hasta como goleador, pero el cambio de entrenador le obligó a buscar fuera los minutos que no iba a poder tener con Sampaoli. Ha cuajado una media temporada notable en el Tenerife, quien ahora tantea su continuidad.

Pero Kike Salas, antes de ser titular en el Sevilla, antes de llegar incluso a la cantera, ya sabía lo que era el éxito. "Soy campeón del mundo en pádel, con 9 años. De chico jugaba al pádel", contaba entre risas. "Jugaba al padel con mi padre y al fútbol en mi pueblo. Me llamó el Sevilla para entrenar y cuando cambié a Sevilla era difícil seguir con el padel. Me decanté por el fútbol", relataba en su día.

Un chico al que aún le queda mucho fútbol, como a Víctor Salas Jr., quien aún sueña con lograr lo que un día consiguieron su padre y su primo.