El dorsal 88 prohibido en Italia vinculado a los nazis y la polémica con Buffon y Zozulya
El Ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, ha prohibido este martes junto a la federación transalpino el dorsal '88' en el mundo del fútbol. Un número con connotaciones vinculadas a los nazis y que ya les trajo polémicas en el pasado a futbolistas como Gianluigi Buffon o Roman Zozulya.
Una medida justificada por el gobierno italiano para "empezar un recorrido virtuoso contra la discriminación en el deporte, a partir del antisemitismo", como uno de los primeros pasos para acabar con ello después de que los ultras de la Lazio fueran noticia hace unos meses con cánticos racistas y antisemitas en el Olímpico de Roma.
Más allá de otro tipo de símbolos, lo que caracteriza al dorsal '88' es que, sustituyendo números por las letras del abecedario, serían un 'HH', siglas de 'Heil Hitler'. Un mensaje muy utilizado entre los neonazis en la actualidad junto a otros números como el '18', que significaría 'Adolf Hitler' con el mismo procedimiento, o el '14', que representa el número de palabras de un lema de los seguidores del dictador alemán.
Las polémicas con el '88' vinculado a los nazis
El dorsal '88' ha sido utilizado por varios futbolistas, siempre dejando polémica, como el polaco Mateusz Praszelik cuando firmó por el Hellas Verona en 2022 al, según él, no estar disponible el '8'.
Gianluigi Buffon, en su juventud, estuvo vinculado a movimientos fascistas por su mensaje en una camiseta o por llevar el '88' en la presentación del Parma en la temporada 00/01 en un amistoso ante el Valencia. Después de las críticas suscitadas, el guardameta declaró no saber qué significaba este número y terminó llevando el '77' en su última temporada en el club antes de marcharse a la Juventus.
También fue noticia por acusación de "nazi" Roman Zozulya después de varias fotos que se hicieron virales a su llegada a España con números como el '88', el '14' o el '18' y la simbología de varios grupos de ultraderecha ucranianos. La afición del Rayo Vallecano, que se había negado a que fichara por el club vallecano, le dedicó cánticos llamándole "nazi" en un Rayo-Albacete que obligó a suspender el partido por primera y única vez en la historia del fútbol español por "racismo".