El pique entre un médico del Cádiz y un paciente del Xerez que sirvió para detectar un diagnóstico: “Me salvó la vida”
Francisco Zuasti volvió a nacer el 16 de junio de 2008. Un día antes su Xerez se había salvado de bajar a Segunda B, algo que no pudo evitar el Cádiz en aquel fatídico partido contra el Hércules en Alicante. Unos días antes, el 22 de mayo, había sufrido un accidente de trabajo con una caída de 10 metros de altura.
"Yo no me dedicaba a eso, yo conducía un tráiler, pero ese día me mandó mi jefe a hacer unas tareas encima de la nave, con la mala suerte de pisar un traslúcido. No tenía ninguna seguridad y una mesa fue la que amortiguó el golpe, pero sufrí una lesión medular. Me llevaron a la UCI de Cádiz y los primeros días no se sabía la lesión que iba a tener", explica.
"A los 13 días, el 3 de junio, me operaron para estabilizarme las cervicales y me intubaron. A causa de eso perdí la capacidad vocal y tuve una infección pulmonar. No podía respirar, intentaron sacar la mucosidad por todos los medios pero no hacía efecto. Lo estaba pasando muy mal y con una mascarilla a presión era la única forma de poder respirar", recuerda.
Llegó la última jornada de Segunda y el Xerez y el Cádiz estaban a un partido de salvarse. El Xerez ganó al Elche y se salvó, mientras que el Cádiz no pudo ganar y descendió. "Como xerecista me sentí feliz y en la unidad de la UCI todo el mundo se enteró de que nos salvamos y ellos bajaron. Allí eran todos cadistas", afirma Zuasti.
El pique entre un médico del Cádiz y un paciente de Xerez salva una vida
La situación no mejoraba y el médico informó a sus padres que debían hacerle una traqueotomía para poder respirar. Pero el día 16 de junio pasó algo inesperado. "Entró en mi habitación un médico que no era de la UCI y que sabía que yo era de Jerez y para sacar una conversación graciosa sacó el tema de que nosotros nos habíamos salvado y que ellos habían descendido. Me preguntó si estaba contento, pero yo no podía hablar ni tenía capacidad pulmonar para responder con fuerza. Le expliqué lo que me había pasado, consultó el dignóstico del informe y me tumbó, me puso de lado y ese hombre hizo que empujara el diafragma y salió una bola enorme de mucosidad".
"Gracias a esa rivalidad sana pudo ese hombre dar con mi solución para librarme de esa traqueotomía que me podría haber afectado mucho. A saber lo que me podría haber pasado porque para los lesionados medulares siempre es arriesgada. Bendito médico cadista que me salvó la vida", dice Zuasti convencido.
Sigue siendo xerecista por encima de todo, pero ahora siente una simpatía especial por los amarillos: "Me alegro de que esté en Primera y es bueno para la provincia porque el fútbol mueve mucho la economía. Tengo muchos amigos cadistas y no tengo nada en contra de ellos, y menos después de mi historia personal".
La suya es una historia de superación y de éxito. Vio a su Xerez subiendo a Primera División y ahora está triunfando a muchos niveles: "Conocí el deporte adaptado, he quedado campeón de Andalucía de tenis de mesa adaptado y tercero de España. Monté un negocio, entré en política y ahora soy patrocinador principal del Xerez. El karma siempre vuelve y puede ser positivo también".