Málaga CF: el ERE obliga a una concentración de poderes de Loren y Kike Pérez
Mientras en lo deportivo ya está en marcha la vuelta a la rutina con los primeros jugadores ya entrenándose, el Málaga avanza en las negociaciones para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que este lunes ha vivido una nueva reunión con buena predisposición de ambas partes, entidad y empleados afectados, alrededor de 60, aunque adelanta Diario Sur que esa cifra de despidos puede descender finalmente.
Es una situación complicada que afectará a muchos puestos de toda escala, desde jefaturas de área hasta currantes sin focos, muchos de ellos habiendo pertenecido al club durante años. Por ello, hay esfuerzos en que sea un proceso sin enemistades y con mucho tacto, de ahí que se estén intentado acordar las condiciones más correctas para una salida amistosa que no termine en demanda colectiva.
El comité de empresa ya está en negociaciones con la entidad y el ERE debe finalizar en las próximas semanas. Han salido a la luz varios nombres que acabarán fuera del club, como el director de cantera, Duda, y su mano derecha, Gordillo, o el delegado del primer equipo, Josemi.
Se irán conociendo más afectados en los próximos días. Lo que sí es seguro es que ciertos puestos antes ocupados por personal quedarán vacíos y, por tanto, serán otros los que tengan que ocuparse de ellos. El gran ejemplo es el de Kike Pérez y Loren Juarros.
Todo en uno
El caso del director general es llamativo y ejemplifica la gran reducción de gasto que se espera en el club. Kike Pérez reconoció hace unas semanas que habrá que reducir, como mínimo, el 50 por ciento de las parcelas del club y que asumirá él mismo el cargo de "bastantes direcciones a la vez".
Loren Juarros también hará lo propio en materia de cantera. Por el momento, la salida de Duda y Gordillo no vendrá acompañada de un sustituto en ese puesto de dirección de La Academia, una posición clave para llevar a cabo el plan pensado, sino que será Loren quien acapare las funciones a la par que ejerce como director deportivo.
Intentará convencer con su idiosincrasia de cantera como base del éxito, pero habrá situaciones que se saldrán de los bordes, porque una cosa es querer y otra es poder, como la fuga de talentos de categorías inferiores hacia el Real Madrid u otros clubes con más dinero, estabilidad o atractivo.
Habrá entonces una concentración de poderes en dos figuras que llevan unos cuantos meses en el club, en el caso de Kike bastantes más, tiempo de sobra para haber estudiado lo mucho que falta y lo bastante que sobra en la estructura interna del Málaga. La limpieza profunda, o el lavado de cara, como quiera llamarse, es necesario para ajustarse a la realidad de un equipo que bajará mucho sus ingresos y su presupuesto.
El tiempo responderá de la idoneidad de esta medida de emergencia económica con un ERE de fondo. Así están las cosas en el Málaga, cuyo mensaje de regeneración deportiva atrae y hasta convence de primeras, pero también levanta desconfianza e incertidumbre. ¿Será capaz de salir adelante el club con resultados positivos y decisiones correctas ahora, que habrá menos gente trabajando para ello? La situación obligará a necesitar más calidad que cantidad.