200 euros de multa y de 2 a 6 puntos por 'jugársela' al radar de la DGT

Frenar a lo loco y sin fijarse en nada más que el radar que tienes a pocos metros es una imprudencia muy seria y, como tal, resulta sancionable. Y, no, no lo decimos nosotros: lo cuenta la propia DGT. Ni sirve para librarse de la multa ni permite evitar situaciones peligrosas para el resto de usuarios de la vía.

¿Por qué?

Sólo durante 2022, 1.145 personas murieron en accidentes de tráfico. La cifra es un 3% superior a la de 2021 y rompe la tendencia a la baja de los últimos años. Por ello, y para recuperar guarismos mejores, la DGT extrema la vigilancia en carreteras y autovías con el objetivo de identificar conductas de riesgo y sancionarlas. Frenar bruscamente es una de ellas, ya que puede provocar males mayores incluso que el superar la máxima velocidad permitida.

¿Qué se sanciona en concreto?

Una frenada brusca se considera a efectos del reglamento de circulación como un acto de conducción temeraria. Y la conducción temeraria es una infracción que se sanciona con hasta 200 euros de multa y la retirada de entre dos y seis puntos del carnet. Cuando frenas bruscamente, y conviene recordarlo, puedes ocasionar una colisión por alcance si al vehículo que llevas detrás no le da tiempo a frenar. Este verano, por tanto, se prudente. Ah, y otra cosa: frenar bruscamente a menudo también daña al coche: especialmente a los neumáticos