El credo de Baraja hasta que Peter Lim se vaya del Valencia

Si hay un credo que puede rezar el valencianismo en estos tiempos oscuros lo pronunció Rubén Baraja este sábado en Vitoria "Todos queremos un Valencia mejor pero la situación es la que hay ahora. Entiendo que los aficionados estén frustrados pero tenemos que estar limitados a una serie de cosas que el club debe explicar. La gente quiere que el equipo luche por cosas importantes pero la realidad es otra. Tenemos que utilizar a jóvenes, hacerles crecer (...). La realidad es la que tenemos y es muy evidente que es un momento de gran dificultad. Tenemos que encontrar la estabilidad, que los chicos vayan creciendo y asumiendo responsabilidad. La gente va a estar porque el equipo ha tenido energía y me hace pensar que lo podemos conseguir pero necesitamos a la afición.".

Así resumía el Pipo el presente del club y el fnal de un mercado de fichajes que el Valencia CF cierra de forma decepcionante. En primer lugar, lo hace con una plantilla corta a la que le faltan del orden de tres o cuatro refuerzos (central, delantero, centrocampista y hombre de banda) para estar completa y que deja en entredicho aquello de la independencia de los directivos de Valencia respecto a lo de Singapur. El Valencia acaba el período de refuerzos dejando a su entrenador, la leyenda Rubén Baraja -soberbio una vez más el viernes pasado- sólo al frente de un grupo de chavales voluntarioso pero joven, atrevido pero inexperto, ambicioso pero escaso de efectivos. Es una temeridad manifiesta haber cerrado el mercado así, que los directivos de aquí deberán explicar porque así se lo prometieron a Baraja.y porque el máximo accionista los ha desacreditado.

Espero con ansias esa rueda de prensa en la que unos den la cara para ver cómo argumentan lo que todos sabemos: que el gran culpable de todo es Peter Lim, que no autorizó más gasto (caso Guedes) a pesar de que el Valencia había hecho los deberes y tenía espacio en su Fair Play Financiero. Enromán paladino, Lim les cerró el grifo.

El magnate de Singapur prefirió que Solís y Corona se quemaran -más duro es lo de Layhoon Chan, que se supone que es su mano derecha- y se tragaran lo del reset prometido tras la salvación in extremis de la temporada pasada. El máximo accionista parece que este verano se ha empeñado en demostrarles que lo de la autonomía de funcionamiento con él no va, cambiando operaciones ya acordadas y dejando a la espera a jugadores que habían dado su OK para venir. Lamentable imagen y lamentables decisiones por parte del máximo accionista que, incomprensiblemente, parece dispuesto a ahogar a su propio club.

Es el mundo al revés. Uno no termina de ver qué obtiene de positivo Peter Lim teniendo al Valencia en coma inducido deportiva y económicamente. Lo dicho, hay previstas explicaciones por parte de los directivos de AQUÍ, pero es complicado explicar y entender los desmanes del de ALLÁ con el Valencia. Peter Lim que hace cinco años venía con Guedes, ahora ha descartado su regreso. Eso lo dice todo

El camino de Baraja mientras se va Peter Lim

El discurso y el sentir de Rubén Baraja en Vitoria (vídeo superior) resume la dura y triste realidad del Valencia CF con Peter Lim, que lo ha abandonado a su suerte y que le importa un bledo lo que diga su mano derecha, Layhoon, o sus adjuntos Solís y Corona. Es más, parece que le da igual hasta lo que pase en el campo. El valencianismo está harto de ver como exprimen su club, lo empequeñecen y toman decisiones de forma temeraria. Después de estar flirteando con el descenso hasta la última jornada, cerrar un mercado de fichajes con estas carencias es comprar muchas papeletas para abonarse a otra campaña de sufrimiento. El que juega con fuego, al final termina quemándose. Si no es hoy, será mañana, pero este camino sólo tiene una dirección.

Por último, y para que nos entienda los que no viven el día a día del club, les pongo un ejemplo de la frustración que se siente en Valencia. Hay aficionados, cada vez más, que firmarían que su equipo bajara a Segunda si con eso se garantizara que Peter Lim se fuera. El problema, claro está, es que eso no te lo asegura nadie, por lo que Baraja ha elegido otro camino: apretar los dientes y luchar con las escasas armas que le han dado junto a la afición por la supervivencia del equipo hasta que llegue un día, que llegará, en el que el magnate de Singapur sea pasado. Y ahí, el Pipo, me tiene a su lado. Soy soldado de Baraja porque esta es la dura realidad del Valencia y cuanto antes la asumamos, mejor. Sé que está lejos de lo que nos prometieron y eso duele cuando uno recuerda que nos decían que era "La mayor transacción del mundo del fútbol"... Gracias por todo Amadeo y Aurelio. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com