Aymeric Laporte, cuando el dinero devora el alma del futbolista

Aymeric Laporte ha arrojado luz en ElDesmarque, buena entrevista para clarificar el asunto... Se ve que "no era el momento" de volver al Athletic... Yo viajo a agosto de 2012. Arde la tarde sobre la parrilla de San Lorenzo, estadio en el que el Laredo oficia de local. No es su hora, sin embargo. Sobre el verde mimado, destaca la figura de un futbolista del Athletic Club que fue reclutado para la disputa de un prestigioso torneo juvenil. Es lo que me dicta la memoria. Y si ésta estuviera errando de bulto, la metedura de pata no alteraría el espíritu de este artículo que nace con dedos temblorosos.

Porque de lo que se trata, sin tener que ir más allá en el tiempo, o retroceder, es de fijar la atención sobre un joven León que lidera la retaguardia sirviéndose de una pierna zurda de lujo. Quién es, se pregunta, Un tal Aymeric Laporte que viene pisando fuerte desde que el Athletic lo metiera en su cesta de mimbres a una edad muy temprana.

Este 'San Lorenzo' es el mismo en el que disputé un partido de pretemporada vistiendo  la zamarra de oro y hulla a las órdenes del inolvidable Nico Estéfano. Estéfano ya no está, pero sí existía en esa tarde de asiento corrido de madera y de techumbre de hojalata. Afortunado por estar asistiendo al primer partido de Aymeric Laporte como león. Fino y elegante. Soberbia figura la suya. Melena lisa a base de filamentos humedecidos por el sudor que la piel libera en las tardes de mucho sol y un fútbol de categoría.

Esa fue mi primera tarde con Aymeric Laporte

Y si así no hubiera sido, decidme en el alma de quién, de quien es el recuerdo de su primer partido. Futbol en edad juvenil. El fútbol más sentido, puro y divertido. El de los 17 años. La edad de Aymeric Laporte, y también la edad mía. Llamados para empresas distintas. El tiempo, su paso, termina poniendo a cada uno en si sitio. De manera caprichosa e injusta, a veces; implacable casi siempre, haciendo uso y abuso de las regias leyes de la naturaleza.

Aymeric Laporte: llamado para la gloria. La importancia de llamarse Aymeric Jean Louis Gerard Alphonse Laporte Fevre. Los apuros de una madre cuando, desde la ventana de su casa, le citaba con todos sus nombres para que... "Sube a cenar, que ya es la hora".

Aymeric Laporte de Agen, Lot y Garona.

Laporte del Aviron que se acercaba a entrenar a Lezama en edad cadete. Laporte del Basconia, Bilbao Athletic y Athletic. El de tantas renovaciones como aumentos de su cláusula de rescisión. Laporte que mira por sí tanto como lo hace por el Club que, con sus botas de mil leguas, lo eleva a lo más alto del pedestal, punto de mira en el que clava sus ojos el gigante City de Manchester. Antes, después o mientras tanto, Oro en Holanda, Plata en Lituania e Italia. Y bronce también. 'Los del Bronce'.

Peña que recorre la Estafeta liderada por Yeray y Aymeric. ¡Vaya dos! "Juventud, divino tesoro". Internacional con Luis Enrique. Hasta que el talento no puede más y termina reventando la cláusula en 65 millones de pedazos. "Nunca pensé que llegaría a ganar tantos títulos". Del todo a la nada, sin embargo. Hoy te quiero como nunca pero no te puedo asegurar que mañana te seguiré queriendo tanto.
Insaciable Pep Guardiola.

Sobre su tablero imantado, va moviendo futbolistas diversos porque casi todo lo que pide le termina siendo dado. Soldaditos de plomo, también. A finales de la 2022 - 2023, aunque excelso, valiente y talentoso, Aymeric Laporte fue plomo que a Guardiola se le derritió de tanto pensar con él apretado en puño con su mano. 29 años aún. Uno más, tan solo uno, de esa edad que alguien calificó ideal  para los futbolistas talentosos. ¿Y ahora qué hacemos?

En 'peti comité', con su esposa, hijo, seres allegados varios y ese representante siempre ávido de sacar 'cacho' en ese 'arte vicioso' de la 'migración'. Ay, si yo, junto a esos compañeros que tengo en mente, hubiera pertenecido a la 'generación del 2000'. Otro gallo, y de manera estridente, habría cantado.

El futbolista Aymeric Jean Luis Gerard Alphonse Laporte Fevre, a las puertas del amanecer. Demasiado joven, impensable, por tanto, retirarse en exótico paraíso ganando un pasta gansa jugando al 'tran - tran'.

En ese país, en ese campo, en ese equipo en el que le basta andar para dar la impresión de que está corriendo. Un año antes de chocar contra el muro de los treinta, toda esa gente que cree conocer el 'yo más profundo' del futbolista que es Laporte sitúa al jugador en uno de los equipos  más potentes de las ligas europeas. Competir. Brillar. Ganar. Volver a sentir la excitación de los cracks que ansían el verde mientras recorren el túnel de los vestuarios.

Luz al final del túnel. Luz al final del. Luz al final. Luz al. ¡Luz!  Ingenuo Athletic Club que lo esperaba al otro lado de la delgada línea roja. En el puerto de las naves quemadas. En esa Itaca de la partió en busca de un sueño que se hizo realidad con creces. Tejer y destejer hasta desbaratar sus túneles carpianos. ¡Pobre Penélope!

Y fue así que, mientras el mundo del fútbol, en el que se compite vistiendo una camiseta que la 'grada' te 'presta' para que defiendas su escudo, permanecía a la espera ansioso de acertar con las quinielas que habían rellenado, Aymeric Laporte voceó 'su buena nueva' dejando a la 'peña' pasmada. "Me voy a Arabia Saudí. Vestiré de amarillo, con el 'Al-Nassr', junto a Cristiano Ronaldo.

En el  'Prince Faisal Bin Fahd Stadium', espléndido campo de fútbol, lo daré todo en pos de que el equipo se alce a lo más alto de la clasificación". En sueños me veía siempre en Riad. Dirigido por Luis Castro. Esto último ni lo dice ni lo piensa. Alguien le hace saber que, tras vestir por primera vez la camiseta de 'Al-Nassr', se convertirá en 'Faris Najd', o sea, "Caballero de Najd".

Tanta información lo abruma. 'Keep it simple'. Hacerlo sencillo. Centrarse en lo realmente importante. Es lo que quiere Laporte. No defraudar a esa buena gente que, a cambio de 'sacrificar' tres años de su vida, le 'indemnizará' con, redondeando la cifra, un montante de 75 millones de euros. "Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar", ¡qué fácil servirse del arcipreste de Hita' con tal de desacreditar a un jornalero del fútbol!

Y hay otros que, llegando al colmo, recurren a la RAE para forzarnos a leer a continuación de 'mercenario'... "Persona que realiza un trabajo por una retribución, generalmente económica, o que trabaja con el único interés de ganar dinero"....

"Lo que puede el dinero". Paco Ibáñez cantando los versos de Juan Ruiz...

"... Hace correr al cojo y al mudo le hace hablar... El que no tiene manos bien lo quiere tomar... cuanto más rico es uno, más grande es su valor... el dinero es del mundo el gran agitador... ¡toda cosa del siglo se hace por su amor".

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista